Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El corro | pedro vicente

De forma a mi juicio un tanto artificial se ha ido abriendo paso el debate sobre si Rodríguez Zapatero volverá a encabezar el cartel socialista en las próxima s elecciones generales. Artificial entre otras razones porque dicho debate no se ha iniciado ni ha calado dentro de los propios socialistas, ni tampoco está siendo atizado desde otros partidos, sino que ha surgido y se mantiene exclusivamente desde ámbitos periodísticos por otra parte nada entusiastas del actual presidente del Gobierno.

A diferencia de Aznar, que se comprometió a no estar más de ocho años en el cargo, Zapatero no es en este punto esclavo de sus palabras, puesto que nunca se ha fijado un periodo máximo de permanencia en La Moncloa. No lo ha hecho hasta ahora y ha seguido sin hacerlo al hilo de este debate, limitándose a señalar, con toda razón, que no es el momento de hablar de candidatos a unas elecciones para las que faltan todavía más de dos años. Es evidente que Zapatero ha escarmentado en la cabeza ajena de Aznar, quien nunca se arrepentirá lo suficiente de aquella promesa de no empalmar más de dos mandatos en la presidencia. Aquel gesto, a priori tan saludable democráticamente, acabó ocasionando verdaderos estragos a su partido. Para empezar lo que tenía de ejemplo de regeneración democrática se encargó de dilapidarlo con creces el propio Aznar con el bochornoso «dedazo» aplicado para designar a su sucesor. Además de eso, al no volver a presentarse, el entonces presidente se deslizó por una pendiente «neocom» (alineamiento incondicional con Bush y apoyo a la guerra de Irak) que a la postre le acabaría costando al PP las elecciones del 2004.

Al no decir esta boca es mía al respecto, Zapatero mantiene abiertas hoy por hoy ambas opciones, tanto la de volverse a presentar en el 2012 -”o antes, si decide adelantar las elecciones-” o dejar paso a otro candidato socialista. Sin embargo, a poco que se analice el asunto, la lógica apunta abrumadoramente hacia su tercera comparecencia como candidato socialista. Y no porque así lo haya anunciado su «numero dos» en el partido y ministro de Fomento, José Blanco, quién se ha extralimitado por completo al hacerlo, ya que esa decisión, además de requerir la voluntad personal de Zapatero, corresponderá en su momento al Comité Federal del PSOE, el único órgano del partido facultado para elegir al candidato socialista a la presidencia del Gobierno.

La lógica apunta a la tercera candidatura de Zapatero tanto si las expectativas son de victoria como si son de derrota. Si el Gobierno socialista consigue remontar la crisis y empezar a crear empleo en el 2011, ¿qué mejor candidato que Zapatero para tumbar por tercera vez a un Rajoy que se habrá quedado colgado de la brocha de su estrategia catastrofista? Y si, por el contrario, los socialistas llegan al 2012 abrasados por una crisis que no han sabido remontar, ¿quién mejor que un político ya amortizado como Zapatero para que se coma el marrón del batacazo en las urnas? Y a propósito, en Castilla y L eón, a poco más de un año de las elecciones autonómicas, el presidente de la Junta tampoco ha manifestado de momento si tiene voluntad o no de concurrir de nuevo a su reelección.

tracking