Villademor, pueblo «tranquilo»

Hace unos días fui invitada a las fiestas del pequeño pueblo de Villademor de la Vega, próximo a Valencia de Don Juan. Pueblo apacible, tranquilo y sosegado pero por la noche a partir de las 3 de la madrugada surgió el verdadero infierno. Jamás había visto tal desenfreno en los jóvenes que protagonizaban un vandalismo tal que no quedaba antena de coche, ni retrovisor vivo. ¿De dónde salen semejantes vándalos? Los decibelios de la música que salía de la Casa de Cultura eran ensordecedores a las 3, a las 4 a las 5... Los gritos, los escándalos de los participantes en tal festejo (?) se dedicaban a tocar los timbres de las viviendas donde descansaban sus moradores. Esto son al parecer las fiestas de «La Piedad». Eso es lo que parecía que deberían de implorar los vecinos a este «ejemplo virtuoso» de juventud asilvestrada. Y todo sin control alguno, sin visos de la Guardia Civil ni autoridad que impusiera al menos unas mínimas normas éticas de comportamiento. ¡Inaudito! Yo me pregunto. ¿Quién autoriza este tipo de festejos? ¿Quién es el responsable de estos atropellos a la propiedad privada? Es de esperar que el Ayuntamiento de Villademor reflexione y haga una autocrítica, sobre si este tipo de actos vandálicos beneficia a la imagen del pueblo o por el contrario todo vale con tal de ganarse unos votos y asegurarse el puesto. ¡Lamentable!