Multas de circulación

No me refiero a las de tráfico, sino a las de más difícil regulación, como son las de establecer los adecuados cauces del dinero. Los expertos están dimitiendo por desorden alfabético: primero fue Solbes y después Pizarro. De todas maneras quedan muchos hasta que le llegue el turno a la zeta. El Banco de España pide multar al ex presidente de CCM, inhabilitándole durante cinco años. También propone multas de entre 5.000 y 155.000 euros a todos sus consejeros, que eran muchísimos o por lo menos los suficientes para llevar a la ruina a la Caja Castilla-La Mancha. El dinero de los pobres está amenazado, ya que casi todas las Cajas se han destemplado. La obligatoria intromisión de representantes de los partidos políticos en los consejos de administración ha resultado funesta. Ha sido como meter a unos cuantos zorros en el mismo gallinero, pero no ha habido más huevos que hacerlo, ya que las gallinas no protestan.

El Gobierno y los sindicatos, que se llevaban a partir un piñón, están discutiendo ahora, cuando se han acabado las piñas. La luna de miel se ha eclipsado en pleno idilio no sólo porque el panal está exhausto, sino porque todas las abejas tienen una mala leche de avispa. El anuncio de la reforma de pensiones ha iniciado la discordia poniendo de relieve algo que sabíamos todos: que los rivales tienen una idea clara del dinero. Muy precisa. Para sacar adelante la iniciativa del pensionazo habrá que persuadir a muchas viudas de que no tendrán derecho a pensión y a algunos incapacitados, aunque éstos ocupen cargos públicos, de que ganarán menos. Poner multas retrospectivas a la circulación del dinero puede ser una buena iniciativa, pero hubiera sido mejor exigirle el carné a algunos golfos respetables, de esos que pagarán las sanciones sin protestar. Que más les da. Ya se han llevado bastante.