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León

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Tribuna | Máximo Soto Calvo

Miembro de la Asociación pro Identidad Leonesa

La muralla que circundó el recinto militar romano, casi olvidada, bastante descuidada y dejada de la mano de nuestros historiadores, arqueólogos y políticos, hoy nos está mostrando con lápidas funerarias, en ella enclaustradas, los orígenes de una ciudad -“Legio- que la fue englobando en su expansión urbana.

Y el elemento humano que fue partícipe de ese desarrollo: soldados romanos acantonados, astures más o menos romanizados y otros que la dinámica histórica iría añadiendo, compondrían la sociedad inicial. Evidentemente la fisonomía social, con la urbe, iría evolucionando según las demandas de cada tiempo, hasta llegar a nuestro hoy autonómico de adscripción forzosa a un ente que nos es hostil.

A los leoneses de León, el poder político autonómico del ente que nos engloba, no ha cesado de inventarse cosas para dividirnos. Y a los de más allá de los lindes provinciales, los regionales digamos, les ha negado toda afinidad leonesa, de tal modo que todos, por distintos vericuetos, sufrimos el intento castellanizador.

Amenazados a perpetuidad con tan nefasta intención, acabamos de entrar los leoneses en el 1.100 aniversario de la creación del Reino de León. De ése del que fue sede regia nuestro León capital desde el 910, el del feliz natalicio.

Iniciados los «fastos» de mano de la Junta, empeñada en mecernos la cuna cual indefensos e inoperantes ciudadanos, para «conmemorarnos» la efeméride con el rango de simple evento, todo parece que es este espacio capitalino, el que mejor les va para enclaustrar, también entre piedras, lo que nos proponíamos ¡celebrar! muchos leoneses con más amplias miras, y compromiso del Pueblo Leonés.

¡Ah!, ¿y nuestros políticos? Ahí están, dando pábulo con su presencia a lo comunitario que tan lejos está de ser eso, común.

Desde que en la Plaza de San Marcos, entre vallas «a mil metros», temores, y antidisturbios a mogollón, vinieron a traer el discurso institucional del ente, aunque les mostramos masivamente nuestro desagrado y oposición, ya no dejaron de volver por distintos caminos y situaciones con zalamerías engañosas para comprar voluntades.

Pues bien, muy próximo a este lugar, en el Auditorio, hizo la señora Procuradora Autonómica de Cultura la inauguración de los «eventos», muy para andar por casa, mediante un concierto de la Sinfónica de la Comunidad. Nada que objetar, más bien ensalzar la interpretación de dos danzas leonesas y añoranzas, leonesas de verdad, sino al localista montaje, en busca de un menor rango para lo leonés.

¿Acaso no estaba en disposición de venir para la ocasión nuestro gran director Odón Alonso, para manejar la batuta con autoridad? ¿Se contó con él, tanto para dirigir como para aconsejar y programar? o ¿no interesan los valores leoneses en activo para celebrar lo leonés? El ninguneo es clamoroso.

Veamos como se mueven alrededor de todo esto «nuestros» políticos en contestación a lo dicho por los autonomistas del ente.

El señor Herrera «eleva» a la categoría de «prioridad turística» el 1.100 aniversario, y se queda tan ancho. ¡Vaya categoría! Y luego suelta lo de «ese reino (Reino de León) es de donde parte la realidad actual de la comunidad», ¿cabe un dato más falso y de peor intención?

Señor Herrera, esta Comunidad no existió nunca, es un invento, promoción e imposición de Martín Villa, ¡qué nos cuenta usted! Fuera de lo que pretende la Fundación Villalar ¿dónde encuentra usted afinidad de leoneses y de castellanos? Sin que esto vaya en tono peyorativo hacia éstos, sino de constatación. Es puro cinismo.

No acierto a explicarme dónde ve «buena voluntad» Francisco Fernández, nuestro alcalde, dueño de frases leonesistas ocasionales, en lo dicho por Herrera sobre la Comunidad, «para valorarlo con afecto». Y cuando además añade que «el señor Herrera, adelantándose a los acontecimientos, ha situado las celebraciones del Reino de León en el lugar que las corresponde».

No sé en qué se ha adelantado. Todo son palabras huecas. ¿Si tan buena es su intención por qué no exige, el presidente, que en los textos escolares y en la letra estatutaria se dé la diferenciación y el valor propio de lo leonés, largamente reivindicado?

Y la señora Carrasco, nuestra presidenta de la Diputación, en Fitur, ufana y henchida, ha dicho: «El otro gran evento del año será la conmemoración del 1.100 aniversario del Reino de León». Previamente había hablado del Camino de Santiago y del año Jacobeo. Cuidado señora presidenta, a cada cosa lo suyo, y nuestra prioridad histórica es la celebración del 1.100 aniversario del reino y de que participe el pueblo: los niños en las escuelas, los ciudadanos en la calle y en toda la provincia que usted controla. ¡No solapemos acontecimientos en perjuicio de lo histórico leonés!

Y eso de «exposiciones dedicadas a la identidad del reino dentro de la Corona de Castilla...», vamos a ver presidenta, estamos hablando del 910, lo de «dentro de la Corona-¦», es más de tres siglos después, y sin identificarnos con nadie los leoneses, manteniendo lo nuestro diferenciado. Ahora, lo que intentamos celebrar los leoneses ese el 1.100 aniversario del Reino de León. Su castellano partidismo es inaudito.

Volveré, para seguir engarzando-¦