Preciosos ridículos
La veleta | julia navarro
Lo único que no debe de hacer un gobierno es el ridículo y eso es precisamente lo que acaba de hacer el nuestro al haber enviado a Bruselas el Programa de Estabilidad, en el que se incluía la reforma de las pensiones, y horas más tarde retirar los papeles alegando que algunas cifras, las de las pensiones, eran sólo una «simulación». Me pregunto a quién creen que pueden engañar ¿a la U.E? ¿Quizá a los españoles? ¿O acaso se quieren engañar a sí mismos?. No, nuestro Gobierno no está haciendo las cosas bien, y eso no debería de ser motivo de satisfacción para nadie, me refiero a la oposición, porque cada error que cometen Zapatero y los suyos, es un error que pagamos los ciudadanos. Sinceramente, creo que este Gobierno ha tocado suelo y techo, que no da más de sí, que su política de lanzar propuestas y luego enmendarse la plana a ellos mismos lo único que está provocando es desconcierto y, sobre todo, inseguridad.
Creo que se ha llegado a un punto en que para que en nuestro país se recupere un clima de confianza debería de hacerse borrón y cuenta nueva, y eso en política sólo es factible a través de las elecciones generales. Ya sé que al presidente de Castilla-La Mancha le han llovido críticas por atreverse a pedir una remodelación profunda del Gabinete una vez pasado el semestre de la presidencia española de la UE. Pero Barreda se ha quedado corto, porque visto como va gestionando el Gobierno la crisis, la solución de cambiar ministros no va a ser suficiente. Zapatero debería de convocar elecciones para el próximo otoño o para principios del 2011, y si su partido y él mismo deciden que es el mejor candidato para ganar las elecciones, debe de presentarse con un plan claro como el agua, con medidas concretas sobre cómo afrontar la crisis. Ya sé que nadie convoca elecciones para perderlas y que ahora mismo las encuestas auguran que el PSOE perdería, pero soy de la opinión de que este Gobierno es capaz de empeorar aún más las cosas y eso supondría que dentro de dos años el PP pudiera ganar por mayoría absoluta. Ahora, el PSOE podría perder por la mínima, pero insisto en que dentro de dos años, de seguir así, el batacazo puede ser descomunal. Por si fuera poco, una persona nada sospechosa de estar en contra del PSOE, como es Joaquín Almunia, ha descrito lo que es evidente, que España comparte los mismos problemas que Grecia y Portugal, es decir, que estamos en el furgón de cola. El presidente español, una vez que regrese de rezar en Washington (¡que Dios le ilumine!) debería de sentarse a reflexionar y, después, decidir el camino a tomar. Con ocurrencias e improvisaciones, haciendo políticas de un paso adelante y otro atrás, lo único que está contribuyendo es a agravar la crisis.