Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El corro | pedro vicente

Tras permanecer dos meses ausente de los problemas que aquejan a esta comunidad, el Parlamento de Castilla y León celebra esta tarde su primer pleno ordinario en el 2010. Una sesión que en realidad tiene poco de ordinaria, ya que se inicia con una comparecencia del presidente de la Junta, algo que sucede en contadísimas ocasiones a lo largo del año. Y el asunto que la motiva no es baladí: la presentación de la Agenda sobre Población anunciada por el propio Juan Vicente Herrera en junio pasado.

La expectación está justificada. La despoblación es el primer problema de Castilla y León y también el gran talón de Aquiles de la Junta, que no ha conseguido frenar la sangría de la emigración juvenil y el abandono del medio rural. Aunque el presidente Herrera y su gobierno se resisten a admitir el problema, las estadísticas son elocuentes y no amparan ese negacionismo. Esta comunidad es la que menos población ganó durante la oleada de inmigración extranjera venida a España en los años de bonanza económica y es la que más rápidamente ha comenzado a perder habitantes con la crisis. Estamos otra vez con saldo demográfico negativo y las previsiones del Instituto Nacional de Estadística indican que seguiremos en números rojos durante los próximos años. Por mucho que la Junta se resista a admitir la realidad, el mero hecho de sustituir la anterior Estrategia contra la Despoblación por esta nueva Agenda sobre Población conlleva el reconocimiento implícito del fracaso. ¿En qué va a consistir el cambio? Esa es la gran incógnita que comenzará a despejarse hoy, puesto que nada se ha avanzado ni nadie ha sido consultado sobre los posibles ingredientes de la nueva receta. A priori no invita al optimismo el hecho de que dicha agenda se haya elaborado con posterioridad a la aprobación de los Presupuestos de la comunidad para el 2010, lo que supone que por el momento carece de consignación presupuestaria. La omisión no es insalvable técnicamente, ya que basta con habilitar los créditos extraordinarios que procedan, como se hace continuamente para financiar gastos o compromisos financieros sobrevenidos. El problema no es ese, sino el de que las arcas de la Junta están ahora mismo exhaustas.

La crisis ha mermado drásticamente la recaudación por impuestos propios, los ingresos procedentes del Estado han disminuido por la misma causa en similar proporción y la deuda pública presupuestada va a ser insuficiente para evitar el déficit. A su vez, la crisis ha disparado el gasto social con nuevas prestaciones (Ley de Dependencia, subsidio a parados de larga duración, Renta Básica de Ciudadanía-¦) antes inexistentes y el agujero financiero del Sacyl crece al punto de que, según el propio presidente Herrera, la situación de la Sanidad pública pronto será insostenible. La Junta está en números rojos y a ello se añade que el gobierno central acaba de anunciar un plan de austeridad en el gasto público del que pretende hacer partícipes a todas las comunidades autónomas. Y ni que decir tiene que sin la suficiente dotación presupuestaria para acometer el urgente plan de choque que requiere el binomio emigración-despoblación, la flamante agenda será papel mojado.

1397124194

tracking