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León

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Crónica semanal manuel campo vidal

Ni crisis profunda, ni encuestas adversas. Aún albergan esperanzas: los socialistas saben que la batalla es muy difícil pero todavía confí an en ganar a Mariano Rajoy en 2012. Faltan dos años y cabe la recuperación económica y política. El PP considera también esa hipótesis y por eso reta a Zapatero a convocar elecciones anticipadas. De celebrarse la consulta hoy, con probabilidad muy alta ganaría el PP. Dentro de dos años, está por ver, aseguran los socialistas que no quieren darse por vencidos. La clave está en si la economía remonta, proclaman algunos analistas. Pero no exclusivamente: Zapatero se la juega también en la remodelación de su Gobierno prevista para Julio. «Será un gabinete de políticos y no de técnicos» pronostica José Andrés Torres Mora, el diputado más próximo al Presidente. «Otra operación de marketing, nos hundiría», valora un destacado eurodiputado convencido de que «lo peor que hace Zapatero es la selección de personal». «La clave está en si José Luis se atreve a situar a Rubalcaba como vicepresidente primero, archivando ya ese temor al felipismo histórico del que no logra zafarse», asegura un joven miembro de la Ejecutiva Federal. Para otros, Zapatero ha comenzado a pensar en José Blanco para un ascenso, habida cuenta de su despegue político desde que fue nombrado ministro de Fomento hace menos de un año. Hay coincidencia de pronósticos en que saldrá del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega. Ella misma se lamentaba hace dos días del exceso de trabajo que tiene -”lo cual es cierto-” pero cabía leer ahí una disculpa por algunos errores cometidos. Pero hay más: a la vicepresidenta le ha costado entender que en la sesión semanal de control al Gobierno no tiene enfrente a Zaplana y Acebes sino que le echa un pulso, y suele ganárselo, una joven abogada del Estado, Soraya Sáenz de Santamaría, valor en alza en el P P. Ese desgaste semanal no pasa desapercibido.

Zapatero remodelará su Gobierno como el último cartucho y tratará de colocar algunos altos cargos en las listas autonómicas y municipales de 2011. La propia vicepresidenta podría terminar enfrentándose a Francisco Camps en Valencia, aunque se pensó en ella también para Madrid. La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, con buena imagen en las encuestas, podría ser enviada a batirse con Esperanza Aguirre. Por eso el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, muy apoyado por Leire Pajín, organizó el viernes un golpe de efecto en el Foro de Nueva Economía al ser presentado por Patxi López. «Ni Zapatero me ha dicho que sea candidato, ni Blanco que no lo sea», afirmó Gómez. En el último Comité Federal intentó forzar la decisión, pero el Presidente remitió cualquier proclamación de candidatos al término de la presidencia Europea. Para entonces está previsto el relevo de «Tinín» Areces por Javier Fernández en el Gobierno de Asturias y otras cirugías institucionales para tomar carrerilla antes de las elecciones de Mayo del 2011.

No es descartable que Carme Chacón volviera a Cataluña para comparecer en las listas del PSC. Hay incertidumbre en Cataluña. Montilla confía en el ascenso que le insinúan las encuestas y en la fragmentación de área nacionalista -independentista, donde Joan Laporta puede ser el candidato revelación con cinco diputados, y también en la derecha. Además del PP catalán, muy atendido por Rajoy, presentarán listas Ciutadans, Rosa Diez, quién sabe si la ex popular Montserrat Nebreda y el grupo de extrema derecha de Josep Anglada, el concejal de Vic que levanta la bandera anti-inmigración. Montilla confía en salvarse frente a Mas y el PSOE también frente a Rajoy. «¿Se presentará Zapatero?», le preguntamos a Torres Mora. «Creo que ni está pensando en eso ahora mismo», respondió. Cuando se le plantea que nombrar sustituto sin deba te, como hizo Aznar, sería un desastre, porque Zapatero tiene menos fuerza ahora que hace un año, replica: «Si se llegara ese caso, sería con un Congreso abierto de mil delegados».

Si eso pasa, y con el miedo a perder, Rubalcaba y, acaso Blanco, serían identificados como los salvavidas.