Neurosis antiterrorista del PP
Aquí y ahora | carlos carnicero
No es sólo un problema de límites o líneas rojas; también falla el sentido común y la lógica, por lo que se debiera colegir que se trata de un comportamiento patológico. Veamos, sin duda alguna, el ministro mejor valorado, junto con José Blanco, es el de Interior. Alfredo Pérez Rubalcaba puede mostrar una hoja de servicios en la que la desarticulación de comandos de ETA y el manejo general de la política antiterrorista del Gobierno es sencillamente espectacular. Para poner ejemplos: en las últimas semanas todos los cuerpos de seguridad, incluidos los franceses, han detenido a miembros de ETA. La policía autónoma catalana, la vasca, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Gendarmería Francesa. ¡Casi nada! Estamos, sin duda, en el mejor escenario para acabar con el terrorismo y el gran reto que tiene el Gobierno es impedir que ninguna formación abertzale que no haya condenado el terrorismo se presente a las elecciones municipales.
En este escenario francamente esperanzador, al PP no se le ocurre otra cosa que acusar a Zapatero de haber negociado con ETA el nombramiento de Pérez Rubalcaba como una especie de condición de la banda terrorista en el proceso de negociación con ETA. ¡Increíble!
Esta acusación no es sólo una infamia; revela muchas más cosas. En primer lugar la falta de solidaridad del PP con un ministro que está haciendo bien su trabajo en un tema fundamental para la sociedad española. En segundo lugar, que la irresponsabilidad del PP en materia antiterrorista es como los ojos del Guadiana y como el aguijón del escorpión; utiliza su deslealtad porque es un planteamiento de fondo imposible de evitar. La neurosis del Partidop Popular en materia antiterrorista no se puede explicar tampoco por la especial dejación de responsabilidades del líder Rajoy, que a lo que parece no tiene tiempo alguno para unificar las políticas del PP que en el País Vasco promueven un leal y funcional entendimiento con el gobierno de Patxi López y en Madrid ponen zancadillas a la lucha antiterrorista. El día que se descubra un aparato científico para medir la coherencia, el PP tendrá que salir corriendo.