tribuna | francisco javier gonzález rojo
Descentralización y autonomía
Tribuna francisco javier gonzález rojo
Yo como tantos, muchos, leoneses de alma, me identifico con aquel paisano y, encima, montañés, que nació en el esplendor de un Riaño venturoso, que conoció una provincia de León dispuesta de cuantiosos recursos económicos, que regresó, después de años de estudios y destierro, a aprovechar los últimos meses de vida de su padre, a sufrir lo inolvidable los últimos gritos de aquel pueblo, y, a pesar de todo ello, se quedó amarrado al tapín, amachambrado a la esperanza y la ilusión en esta tierra a la que por fortuna o por desgracia pertenece y de la que es para bien y para mal, valga a quien valga y pese a quien pese.
Sin saber por qué ni cuál era el motivo, encontró a la provincia embutida, en la constituida configuración político-administrativa de las autonomías, con las que, de mocosín, recitaba como Castilla la Vieja. Y perdiendo el tiempo y gastando su vida camina Solallomba arriba, y cavila Sorribero abajo, preguntándose el porqué que ninguno se lo explica, y pregunta y repregunta y nadie se lo aclara.
Ahora, pasados los años, desde los altos, contempla a tu gente, León, envejecida, a tus pueblos, León, deshabitados, tus aspiraciones, cualesquiera, resegadas y a ti, ¡ay León!, como un toro demogado, dando tumbos por el pindial del atraso a un grajero muy hondo, muy profundo, acaso sin retorno.
Ahora, desde esos cuetos, observa, con incomprendida envidia, el progreso socioeconómico de las autonomías uniprovinciales, tal provincias, antes castellanas, de Santander, hoy Cantabria, puerto de Castilla, y Logroño, hoy La Rioja, cuna del castellano, y de los antiguos reinos cual Navarra y Murcia y cómo, a ti, ¡Pobre!, te han hecho castellana sin sentido y sin razones, sin serlo, y, con insufrible impotencia, te ve perdida en la Meseta, sin Reino, sin medios, sin remedios .
Mi leonesín querido, convéncete, su avance se debe a muchas causas, pero hay una común a todas ellas, la descentralización de la administración y la gestión. Fíjate, autonomía no implica descentralización, sin embargo descentralización sí supone autonomía y, en esas, se aproximan descentralización y autonomía. Me parece a mí, que las provincias autodeterminadas han tenido mayor crecimiento económico relativo y una satisfacción sociopolítica muy superior, y, si no, compara Madrid con Cataluña, Baleares con Galicia, Navarra con el País Vasco, La Rioja con Castilla y León, Murcia con Castilla-la Mancha, Asturias con Extremadura, o, Cantabria con Andalucía. Que no te engañen, monín, que el sistema político de las Autonomías se diseñó para conformar determinadas opciones políticas vascas y catalanas a las que otros territorios se podrían asimilar, que, a lo popular, de primera se acabaron por considerar, y, el resto, con los restos, una entelequia, llamadas autonomías de segunda, del ciento cincuenta y dos, con criterios rebuscados y, por lo hecho con tu provincia, nibuscados. Por entonces, no sabiéndose el qué hacer con tu León, se planteaba si el emplumarla con Asturias o con Castilla y ¡cuánto más le hubiera valido ir sola!, mejor que acompañada, y, de asociarse, hay que guiarse por el principio de complementarse frente al de competirse y pelearse, y la metieron, término por lo adecuado, a luchar con las más necesitadas por migajas, y ya se sabe, pobreza llama a pobreza, a enfermedades, piojos, terremotos, dictaduras y calamidades.
Mira, si autonomía ha sido traspasar el centralismo de Madrid a Valladolid, autonomía significa centralismo más bajo, por debajo. Descentralizar no es agrupar funcionarios en Delegaciones si los actos administrativos y las decisiones deben ir a bañarse y retrasarse al Pisuerga en vez de al Manzanares. Descentralizar no significa abrir oficinas de recogida de documentos en capitales de provincia y centros comarcales, pues con la tecnología actual cualquier rapaz es capaz de comunicarse con la Administración desde su casa, sin burocracia y sin papeles. Descentralizar es individualizar, delegar, administrar de forma interactiva en todas partes.
Descentralizar conlleva flexibilizar y adecuar la organización administrativa a la gestión eficiente de los recursos, a la consecución de los mismos y a la rapidez y eficacia en la toma de decisiones, y si es necesario crear regiones, crearlas, si hay que dar facilidad de decisión a las provincias, facilitarla, si hay que capacitar de gestión a las comarcas, capacitarlas y si hay que reconocer la propiedad comunal leonesa y su sistema de administración por las juntas vecinales, no expoliarla, y si deben desaparecer los Ayuntamientos, que desaparezcan por estar en quiebra y porque en León no hacen ni falta. Descentralizar requiere imaginar y no emular. Descentralizar es que la ubicación de las sedes administrativas, en la Edad de las Comunicaciones, esté dispersa. Descentralizar es descapitalizar.
Descentralizar no es reconocer legislativamente solo la comarca leonesa del Bierzo, sino a todas, la Maragatería, Laciana, la Cepeda, las Omañas, los Ancares, las Arrimadas, el Páramo, la Cabrera, la Valdería, los Payuelos y las demás. Descentralizar no es dividir ni discriminar.
Descentralizar no es concentrar, construir infraestructuras para que converjan en Valladolid sino para permitir el desarrollo de todas las regiones, comarcas y pueblos. Tal vez para el resurgir de Soria sea prioritaria una autovia con Madrid, o para León una con el norte de Portugal y para el turismo de la montaña leonesa, otra, entre Ponferrada y Cistierna, para que gallegos y portugueses aguanten más a ir a esquiar y a ver si hay osos y si aun cantan urogallos, y autonomía es que los Leoneses y los Sorianos decidan sobre ellas. Descentralizar es aprovechar la ubicación de León como centro logístico del noroeste peninsular y no perder esa oportunidad, es potenciar las marcas de Babia y Riaño conocidas en toda España y no empeñarse en que desaparezcan inventando términos como Montaña Central Cantábrica, con dots y otras patrañas. Eso otro es empobrecer, es entornar.
Descentralizar es que las decisiones sobre los fondos miner se tomen donde están y estaban las minas y autonomía es que la administración de los mismos se ejecute por los mineros o por quien ellos digan. Centralizar es que todo se decida en la capital. Autonomía es que si los leoneses quieren una estación de esquí en San Glorio la tengan, como los asturianos tienen Fuentes de Invierno, si quieren aeropuerto internacional y que sea terminal de carga, lo tengan como los alaveses, y si quieren facultad de medicina, la tengan como los navarros.
¡Ay del mi leonés altivo!, ahora doblegado y averado, es hora de envararse y salir a tornar este proceso, es momento de obligar a ayuntamientos a que mocionen, reivindiquen y retornen esto. Ahora es hora de dejar de ser cazurro y de hacer el somorugo, pues apenas guardas tiempo, y son tiempos de activistas, pal caso, activismo leonesista, y, por lo que está a la vista, exigir descentralización autonomista.