Agonía hasta 2012
Al margen | carlos carnicero
La política española está embarrada hasta las rodillas; así es imposible avanzar. José Luis Rodríguez Zapatero aparece atenazado, incapaz de desarrollar acciones que le permitan desarrollar la iniciativa. A pesar de todos los esfuerzos desplegados por Diego López Garrido, Secretario de Estado para la Unión Europea, a Zapatero se le está escapando la presidencia de turno de Europa sin un ápice de grandeza visible. Hay ninguneo de la canciller de Alemania, del presidente francés y del primer ministro británico. Se reúnen entre ellos para hablar de Grecia y para poner frente a los mecanismos especulativos de los mercados y no cuentan con el presidente español. Desdibujado, a Zapatero sólo se le ocurre cambiar de secretario de estado de Comunicación y dejarse entrevistar en RTVE estrenando look y estilos más humildes que olían a derrotado, en él, que siempre ha jugado al optimismo inveterado.
Pero la oposición tampoco avanza. Sólo aspira a que la artillería del enemigo pierda votos y eficacia. Espera llegar al gobierno por la sola inercia del declive gubernamental, sin arriesgar nada más que un prestigio de responsabilidad que también se diluye, pero que en España no significa gran cosa. No se agradece la responsabilidad porque no se cree en los políticos. Las huestes más radicales jalean a Esperanza Aguirre en su irresponsabilidad fiscal y en cualquier iniciativa para debilitar al ejecutivo. Así estamos condenados a aguantar hasta el 2012, mientras España se desangra económica, política y moralmente. Si el PP gana finalmente las próximas elecciones se va a encontrar algo parecido a un erial. La gran reconversión, la gran refundación de la democracia española exigiría un proyecto global que partiera de un entendimiento distinto de la política. Vamos a dejar eso para otras generaciones y la agonía política continuará hasta las elecciones del 2012.