Cámaras ¿dónde?
Aquí te espero camino gallego
En las inauguraciones todo el mundo quiere hacerse la foto, pero cuando hay problemas se echan balones fuera. Esto viene a cuento de la rumbosa inauguración, hace menos de un mes, de la sala desde la que se controlan las cámaras que se han instalado en la ciudad para aumentar la seguridad ciudadana y evitar el vandalismo. Hasta aquí todo bien, si exceptuamos que hace unos años la colocación de cámaras de este tipo habría ocasionado una gran polémica, por aquello del derecho a la intimidad, entre otros derechos. Pero ahora eso se obvia en pro de la seguridad de todos, o eso al menos es lo que se dice.
Lo cierto es que si hay cámaras deben servir para disuadir al delincuente y dar tranquilidad a los vecinos, en la confianza de que si algo ocurre no quedará impune. Y ahí le duele. Porque precisamente el otro día perdió la vida un joven en la plaza de San Martín, en pleno corazón del Húmedo, y después del triste suceso se ha conocido que precisamente en la hoy mal llamada plaza de las Tiendas, no hay ninguna cámara.
Desconozco quién hizo la distribución de cámaras y eligió el emplazamiento, pero creo que si hay un lugar en el que es más fácil que haya problemas ese es el Húmedo y así creo que piensa la mayoría de los ciudadanos, por lo que no se entiende que en su corazón, en las plaza ya citada, no existan cámaras para grabar lo que allí ocurre y que en este caso habrían servido para conocer la identidad del o de los agresores, e incluso para haber acudido antes en auxilio de la víctima. La negligencia municipal está fuera de toda duda. No puede descuidarse la vigilancia en un sitio tan conflictivo. Siempre alguien puede buscar el rincón que no ven las cámaras, pero en este caso no hizo falta. Imperdonable.