La opinión del lector

Ciudadanos astados

Los partidos políticos, incapaces de llegar a acuerdos para sacar el país de la crisis, han encontrado por fin un inmenso filón para desviar la atención de la ciudadanía hacia latitudes folclóricas y poder así camuflar su incompetencia. En efecto, los olvidados toros de lidia reaparecen ahora con fuerza no en las plazas sino en algunos hemiciclos, al ocupar lugar destacado tanto en las agendas políticas como en la vida parlamentaria de muchas comunidades autónomas. Las tediosas sesiones parlamentarias, se enriquecen con un desfile de personajes defensores y detractores de este singular mundo exponiendo sus antitéticas posiciones en sus nobles dependencias lo que crea una gran esperanza de confrontación. Toreros , capotes, trajes de luces y banderillas, permiten ahora a nuestra clase política torearnos a todos y desviar nuestra atención de los problemas reales que nos acechan y de su incapacidad para encontrar y consensuar soluciones hacia temas periférico-folclóricos. Expreso mi total disconformidad a que este debate se convierta en el centro del debate político nacional y eclipse otras cuestiones de trascendencia capital para nuestro futuro, pues más que circo España lo que necesita es pan.

Anna María Goula. Barcelona