Órdago
Canto rodado | ana gaitero
La alcaldesa de Villaornate y Castro ha lanzado un órdago al plantear la segregación municipal de las dos localidades que integran el ayuntamiento desde 1976 para defender el patrimonio de Villaornate y poner en vigor los acuerdos de fusión.
Sine Mari Ferreras milita en el PSOE, pero lo único que ha recibido de su partido es un rapapolvo por levantar polvareda en la prensa. La provincia está para fusiones y no para segregaciones. Eso lo sabe bien la alcaldesa, que más que la separación busca un acuerdo justo entre Villaornate y Castrofuerte. Trata de poner el patrimonio de cada pueblo en su sitio. Va contracorriente, pero ha levantado la voz: «Ahí está...», ha dicho, que es la traducción literal vasca del órdago.
Quienes no han sabido reaccionar son las instituciones ni los partidos políticos. Ninguna, ni ninguno. El órdago está pidiendo a gritos una mediación de instancias superiores. ¿Para qué están la Diputación, la Subdelegación del Gobierno? ¿Por qué el PSOE no media entre sus ediles en lugar de abroncar a la alcaldesa? ¿Se ha dado cuenta el PP de que también sus concejales están enfrentados?
El órdago les parece una menudencia, una salida del tiesto de una alcaldesa sin domar . La mediación es un término que está de moda, desde el ámbito internacional hasta la escuela y la familia, pero no debe haber ningún departamento ni funcionario o funcionaria que se ocupe de estos asuntos en las instituciones.
Esta cultura no ha penetrado en la clase política acomodada en el caciquismo ungido de maneras democráticas. Por eso tiene enterrado el proyecto de concentraciones municipales para salvar su asiento. Pero ya hay ciudadanía pensante, como el Proyecto León, que sabe de la necesidad de un ERE en la abultada plantilla de cargos (y enchufes ) que nos malgobiernan.