LETRA PEQUEÑA
Sube la marea
Álvarez Cascos, aznarista de pro y crítico con la gestión de Rajoy, ha detectado una «marea creciente» de voluntades que reclama su vuelta a la política; de momento, a la política autonómica. La filosofía que se desprende de esta visión megalómana de la realidad es mesiánica. Es decir, la misma de quien osó hablar del encuentro entre Obama y Zapatero en términos de «conjunción planetaria». Y en el fondo, la misma que fundamentaba el caudillismo en una ignota legitimidad carismática. La marea creciente asturiana, grandilocuente y reverencial, describe lo que no debe ser la política democrática, en que el líder ha de actuar ante todo como servidor público, no como aclamado guía de muchedumbres inorgánicas dispuestas a dejarse seducir hasta arrojarse al precipicio si fuera preciso o si así lo exigiera el conductor.