Urbanismo y vías

En blanco | javier tomé

S iguiendo la tendencia de rehabilitar edificios del pasado para nuevos usos, repetida en otras muchas capitales, las destartaladas y obsoletas cocheras de Feve han sido revestidas con un envoltorio de lujo hasta transformarse en una auténtica fiesta arquitectónica. El Espacio Vías, un centro creativo que promete convertirse en generador de productos culturales para los jóvenes, ha sido inaugurado a bombo y platillo por la ministra Bibiana Aído, encantada sin duda de ser la madrina oficial de esta edificio llamado a ocupar un lugar protagonista en los ritos, interioridades y grandezas locales. León es una vieja dama con dos mil años de antigüedad y mucha biografía a su espalda, por lo que resultaba un agravio para el decorado urbano que en pleno centro de la ciudad campase a sus anchas una suerte de agujero negro sin ninguna utilidad práctica ni belleza formal. Un par de décadas atrás comenzaron a surgir las primeras voces que reclamaban un proyecto coherente para las cocheras, con la intención de resucitar un pasado dormido que afeaba en gran medida el libro de estilo leonés. No fue hasta hace tres años cuando el actual equipo de Urbanismo municipal, con Francisco Gutiérrez y Vicente Canuria a la cabeza, se implicó en dar forma a una obra redonda e imaginativa, tan luminosa como estimulante. A pesar de que ni siquiera se le citó durante los fastos de presentación, jalonados de mimos, zancudos y una estética infantil a lo bruja Averías, la autoría arquitectónica de este espacio para la reflexión y la diversión corresponde a Mauro Gil-Fournier, un creador de formas perteneciente al estudio SIC. Y a la vista del resultado, podemos afirmar que ha acertado de pleno en un recinto que combina la funcionalidad con el diseño más imaginativo y actual. Ahora, Espacio Vías tiene ante sí el reto de convertirse en piedra angular del sueño juvenil leonés.