Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

En el filo | josé cavero

Como detrás de cada movimiento judicial o del Gobierno, suscitó expectación la decisión del juez Garzón de enviar a casa «a cuidar de su anciana y enferma madre» del dirigente aberzale Rafael Díaz Usabiaga. Sobre todo, una y otra vez se especula sobre la posibilidad de que, de una vez por todas, esa izqui erda aberzale se decidida a hacer política, rompa con la banda ETA y condene sus actuaciones violentas, para poder tener acta de legalización por parte del Gobierno y los jueces para presentarse en las siguientes elecciones vascas. Repetidamente, el ministro Pérez Rubalcaba insiste en esa necesidad de que los aberzales rompan con ETA y lo expresen mediante una clara condena. Pero también, repetidamente, los expertos insisten en que será muy difícil que tal cosa ocurra. Dicen tales expertos que la izquierda aberzale no va condenar a ETA ni a renegar de su historia, que ha justificado siempre como «una expresión del conflicto» con el Estado. Pese a ello, desde la declaración de Anoeta en 2004, con la que hizo pública su apuesta por las vías políticas y democráticas, ha dado pasos para desprenderse de su tutela. Los avances han sido lentos, pero sospechan los observadores que, de no detenerse, llevarán al desmarque explícito de la banda que le reclama el resto de formaciones políticas. Además, advierten tales expertos sobre la novedad de su última iniciativa -«Zutik Euskal Herria», producto del debate interno- por su carácter unilateral. No pone condiciones al Gobierno, lo que permite al Gobierno asistir a la evolución de los acontecimientos a la espera de que la izquierda abertzale cumpla la premisa que le exigen todos los partidos para volver a las instituciones y abrir un nuevo proceso de diálogo, con el fin definitivo de la violencia o su desmarque inequívoco de ETA.

Insisten los conocedores de ese mundo abertzale que si bien la izquierda abertzale no tiene capacidad para decidir por ETA, sin embargo, sí lo tiene para condicionar sus decisiones, cuando hasta ahora había ocurrido exactamente lo contrario. ¿Hay algún misterio en ese «permiso insólito» de Usabiaga, concedido por las autoridades judiciales? Nada debiera excluirse por completo, dicen los expertos...

De hecho, en las últimas horas la especulación sobre «la verdadera razón» de esa salida de la cárcel del dirigente sindical y abertzale ha aparecido en algunos medios con fuerza. Dice Jiménez Losantos que «la duda es si la suelta de Usabiaga es un intento de comprar protección o el prólogo a otra negociación». Y, a su vez, el diario Gara desvela que la intención de Usabiaga no es cuidar a su madre, sino hacer política. «Ejercer la política aunque con estrictas limitaciones», dice el diario, en referencia a las condiciones con las que el sindicalista ha quedado en libertad bajo fianza de 30.000 euros, presuntamente «para cuidar a su anciana y enferma madre», y pese a ser tres hermanos, dos de ellos mujeres. Antonio Basagoiti sospecha que las razones para esa excarcelación «son una tomadura de pelo» y Rosa Díez llega a la conclusión de que es una burla... Deberá tener un puntualísimo seguimiento esta inesperada visita de Usabiaga a su pueblo de Lasarte.

Cargando contenidos...