Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El corro | pedro vicente

A nadie se le oculta la gran batalla que en las próximas municipales y autonómicas se va a librar en León, la única de las nueve provincias de la comunidad autónoma en la que el PSOE, por mor del efecto Zapatero, superó al PP en los anteriores comicios. Recupera r la Alcaldía de León es el objetivo número uno del PP, en tanto que para los socialistas el gran reto sería desalojar a los populares de la Diputación provincial. Paralelamente, PSOE y PP, que cuentan con igual número de procuradores autonómicos (seis), tratarán de hacerse con alguno de los dos escaños que en el 2007 obtuvo la Unión del Pueblo Leonés.

Ese antiguo espacio electoral leonesista resulta clave en esa batalla. En su disputa parten con ventaja los socialistas, que de hecho ya en las anteriores elecciones se beneficiaron del declive de la UPL. El pacto de gobierno municipal en la capital y la posterior llegada de Francisco Fernández a la secretaria provincial del partido acentuaron esa deriva leonesista del PSOE. Un giro táctico que sitúa a los socialistas en clara ventaja para pescar en el caladero de votos propiciado por la descomposición y división del leonesismo político.

Puede que no sea ajeno a esta situación el idilio político que están protagonizando en el Parlamento autonómico el grupo popular y los dos procuradores leoneses, Joaquín Otero y Héctor Castresana, que integran el grupo mixto de la Cámara. Conocido el escaso miramiento con el que el PP ejerce su mayoría parlamentaria, el trato deferente que está otorgando a los dos procuradores expulsados de la UPL se sale ciertamente de ojo. En las dos últimas semanas hemos visto a los populares presentar dos importantes acuerdos legislativos con Otero como si el voto de éste y de Castresana fueran absolutamente imprescindibles para sacar adelante esas iniciativas parlamentarias. Primero fue el consejero de Interior, Alfonso Fernández Mañueco, quien se hacía la foto con el portavoz del grupo mixto, escenificando el apoyo de éste a la nueva Ley de la Comarca del Bierzo. A continuación era el portavoz del grupo popular, Carlos Fernández Carriedo, quien posaba con Otero dando a conocer la proposición presentada conjuntamente por ambos grupos para eliminar uno de los obstáculos legales (la restricción derivada de la Ley que declara Parque Natural la Montaña Palentina) que se interponen a la estación de esquí de San Glorio. Y todavía ha habido otra foto posterior del procurador leonés con dos consejeros a la vez, el de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, y la de Hacienda, Pilar del Olmo, a propósito de la Agenda de la Población.

Joaquín Otero estará encantado. Desde que fue expulsado de la UPL sus esfuerzos por aproximarse al PP y su obsequiosidad hacia el presidente de la Junta no habían pasado inadvertidos en el Parlamento autonómico. No hacía falta ser malpensado para sospechar que estaba pidiendo hueco en las próximas listas electorales. Pero ni en sueños podía esperar que acabaran siend o los populares quienes le cortejaran a él de forma tan empalagosa. Se diría que el PP sigue viendo en Otero un referente del leonesismo. Sólo eso explicaría tan insólito idilio.

tracking