Diario de León
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El corro | pedro vicente

Había elegido para este artículo el título «Tarde y mal», pero he caído en la cuenta que ello induciría al error y que el lector pensaría en una gota más del chaparrón que ha descargado sobre las drásticas medidas de ajuste decididas por el Gobierno Zapatero. En ese caso al «tarde y mal» yo habría añadido «y a la rastra». Bien es verdad que la oposición a dichas medidas no es precisamente unívoca y que se puede estar en contra de ellas por razones diametralmente opuestas. Pero no es ese ajuste el que motiva este artículo, sino a la Agenda de la Población aprobada por la Junta 48 horas después.

Tarde, porque dicha Agenda, anunciada por el presidente de la Junta el 24 de junio del 2009, día de San Juan, se presenta once meses después, casi a mitad del siguiente ejercicio, sin dotación presupuestaria original y con menor margen que nunca para habilitar fondos con los que financiarla. Si se hubieran hecho los deberes en tiempo y forma, la Agenda tendría que haber estado elaborada en octubre y haber figurado en los Presupuestos de la Comunidad del 2010 con su correspondiente asignación económica. Ahora, la cuantificación en 505 millones de euros de los fondos destinados a financiar la nueva Agenda en el 2010 la Junta se apoya en un mero artificio presupuestario. No se trata de fondos adicionales, como se pretende dar a entender, sino de trasladar de un lado a otro distintas partidas que siempre han estado en los presupuestos y presentarlas como si fueran nuevas. Algo parecido a lo que hacen los trileros con la bolita y los cubiletes. De hecho, es el mismo ejercicio virtual realizado, año tras año, con la anterior Estrategia Regional de Lucha contra la Despoblac ión, cuya supuesta dotación económica figuraba en los Presupuestos en unos anexos completamente ficticios. Tanto es así que, de acuerdo con dichos anexos, en el 2008 la Junta dedicó 1.935 millones de euros a combatir la despoblación, cuantía que elevó a 2.195 millones en el 2009.

La pregunta es obvia: si con más de 2.000 millones de euros anuales no se conseguía el objetivo, ¿cómo se piensa conseguir con 505? La explicación es igual de obvia: Había truco antes y, aunque algo menos burdo, lo sigue habiendo ahora. Justo cuando la Junta se ha visto obligada a recortar sustancialmente el gasto presupuestado, metiendo la tijera incluso en la escasa inversión productiva prevista, resulta más inverosímil que nunca dicho artificio presupuestario. Si a ello se añade la decisión de aplazar hasta la siguiente legislatura la Ordenación del Territorio, instrumento imprescindible para afrontar la batalla de la población, la conclusión es que la Agenda se cierra en falso y está destinada a ser papel mojado. Estamos ante una clara operación cosmética -antes fueron 73 medidas, ahora 118- con la que se pretende aparentar un cambio de política cuando en realidad vuelve a ser más de lo mismo. De nuevo se nos vende humo de colores. Por lo demás, tras la experiencia de la anterior Estrategia, el PSOE ha escarmentado y no ha mordido el anzuelo de adherirse a un pacto con el que la Junta pretende sin duda diluir su mucha responsabilidad política en el retroceso demográfico de Castilla y León.

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