Noches para Europa
Fuego amigo | ernesto escapa
Recién llegados a Europa, los ochenta nos dieron la primera en la frente con el desdén a la capitalidad cultural de Salamanca. Aunque también es verdad que la culpa no fue solo del tribunal de Bruselas. La ciudad del Tormes había contado con el respaldo de primeras figuras europeas a su candidatura, como el presidente Mitterrand o la princesa Lady Di, que quedó encantada con el gracejo festivo de los tunos, pero le faltó continuidad en la apuesta. El relevo municipal de Jesús Málaga por Trocóniz resultó funesto, porque en el momento del pulso decisivo aquel asunto pasó al cajón de los compromisos ajenos. Así que la primera capitalidad cultural española se la llevó Madrid, para compensar el despliegue de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Empezamos con mal pie.
Entonces, esta regalía la asignaba el ministerio de Solana, que tenía su deuda con la Cibeles. A Salamanca sólo le llegó la capitalidad diez años más tarde, después de haber cedido el paso también a Santiago de Compostela, por estrategia jacobea. La próxima puja es para el año 2016, aunque la primera batalla se libra este verano con la defensa de candidaturas ante los comisarios europeos. Ahí caerá un tercio de las aspirantes, que ahora mismo son dieciséis, aunque fueron más, porque el desánimo ya apeó a tres: Tenerife, la Asturias global y Granada. Que nadie busque a León en este lote que se presenta al examen de septiembre, donde sí figuran Burgos y Segovia, junto a Alcalá de Henares, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Palma de Mallorca, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Tarragona y Zaragoza. No estar también es una forma de perder y por esa estrategia resignada León quedó fuera, acaso para siempre, de la vitola de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Porque se acabaron los tiempos de la barra libre.
Santander, además de contar con el apoyo extravagante del alcalde de Valladolid, que tampoco ayuda mucho, tiene al frente a Rafael Doctor, impulsor en su momento del Musac, y una dotación anual de cuatro millones y medio de euros, que permite engatusar el criterio de los comisarios. Para Burgos y Segovia, el primer reto es pasar el corte de septiembre, y en ese trance resulta decisivo el respaldo de la gente. Burgos celebra el próximo sábado 29 la Noche en Blanco y aspira a que participen en sus citas culturales más de cien mil noctámbulos. En Segovia la Noche de la Luna Llena se convoca el 24 de julio y las puertas abiertas de la cultura reservan una irresistible atracción para los trasnochadores. Ya que no podemos competir en presupuesto, que nadie nos aventaje en entusiasmo.