Zapatero se defiende

Aquí y ahora | josé LUIS Gómez

E l presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha rodeado de los suyos para responder a las críticas por su nueva política de gasto público, que él quiere interpretar a su manera: «Ni cambio ni bandazo, responsabilidad». Vuelve, pues, ZP su mirada atrás, para justificarse, lejos de presentar una hoja de ruta que vaya más allá del recorte del déficit y que haga creíble ante los mercados y la gente de la calle -”sus votantes-” la nueva política del Gobierno socialista. España tiene un serio problema de competitividad, que el Gobierno no puede obviar. Es cierto que la depreciación del euro frente al dólar en casi el 20% en los seis últimos meses ayuda a la economía española a salir de la crisis, ya que favorece sus exportaciones -”de hecho, las ventas españolas al exterior han crecido el 14% en el primer trimestre del año, tras haber caído el 21% a mediados del año pasado-” pero con eso no será suficiente. Anteriores devaluaciones de la peseta se saldaron por porcentajes similares de caída de la moneda pero se acompañaron de medidas complementarias, que ahora no se ven. Con Fuentes Quintana, la peseta llegó a devaluarse el 28,5% en 1978, y en los años 90, varias devaluaciones consecutivas, de la mano de Carlos Solchaga y Pedro Solbes, con Felipe González de presidente, le hicieron perder a la peseta un 20%, pero unos y otros activaron al mismo tiempo planes de estabilización y reconversión que trajeron, por un lado, ajustes, también de empleo, pero, por otro, también nuevas oportunidades. Falta, por tanto, mucho por hacer en materia de política económica, algo que también se intuye difícil sin negociar con las comunidades autónomas. Y todo eso es lo que justifica que expertos y servicios de estudios tiendan a coincidir en que no se creará empleo, como pronto, hasta 2012. Zapatero se defiende y seguramente hace bien. Lástima que, además, no pase al ataque con medidas de reforma concertadas con las autonomías, empresarios y sindicatos.