Parábolas

Jordi Pujol ha cumplido ochenta años, y con tal ocasión publicó en la prensa catalana un artículo en forma de parábola que resulta un tanto inquietante. Resulta paradójico y sorprendente que el estadista que creó la Cataluña moderna durante sus más de veinte años de liderazgo y contribuyó decisivamente a la estabilización de España en ese período fecundo consuma su ancianidad en proclamas de solapada intención independentista, que en la actual crisis general por la que atraviesa Cataluña adquieren resonancias extrañas viniendo de quien vienen. Hoy ya no hacen falta las parábolas para manifestar las ideas, y haría bien Pujol, todavía muy lúcido, si estimulase la excelencia política de sus epígonos en lugar de lanzar mensajes subliminales que extienden un proceloso manto de ambigüedad.