Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El blanco | javier tomé

Por una vez y sin que sirva de precedente he seguido las enseñanzas de mi compinche Antonio Manilla, también conocido en los cenáculos literarios como el Forlán de la poética hispana debido a su ideología atlético-madrileña. Dejemos de lado semejantes aberraciones colchoneras, que ya hay psiquiatras especializados, para centrarnos en el libro Dido, reina de Cart ago, una novela que ha sido escrita por Isabel Barceló con la paciente sapiencia de un arqueólogo. Ejerciendo como su introductor en la reciente Feria del Libro, Manilla confesó que había leído el libro fuera de España para apartarte del trajín de la rueda cotidiana y dejarse llevar por un relato lleno de vida, movimiento, aventura y acción. Bajo estas premisas, creo que no existe mejor lugar para deleitarse con el periplo marítimo de la reina Dido, el corazón más valeroso de la nación fenicia, que una isla situada a miles de kilómetros en la que crecen frutos salvajes en los árboles y el sol hiere como una lanza en las horas centrales del día. Un escenario ideal para rescatar la historia de esta mujer, Dido, que para evitar una guerra civil escoge el amargo trago del exilio y se lanza al mar, soportando toda clase de penurias y penalidades.

Después de muchas peripecias y vagabundeos por el Mediterráneo, funda en la costa de África la opulenta ciudad de Cartago. El transfondo de la historia está coloreado por un mosaico de destinos entrecruzados y una panoplia de personajes en la que se mezclan ninfas y dioses mitológicos con valerosos guerreros y pacíficos comerciantes. Isabel Barceló en también autora de un blog -»mujeres de Roma»- abierto a la participación de sus amigos y seguidores, que contribuyeron decisivamente a la confección de una novela que se cierra con una serie de recetas inspiradas en la historia. Así que brindo con un trago de vino de piñones y dátiles por una escritora de paladar muy fino.

Cargando contenidos...