Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El corro | pedro vicente

La fusión de Caja España y Caja Duero ha sido hasta la fecha el único logro conseguido por la Junta de Castilla y León en su apuesta por integrar las seis cajas de ahorro de la comunidad en un proyecto único. Las otras cuatro cajas, las dos de Burgos, la de Ávila y la de Segovia, no sólo no se han plegado a la estrategia del gobierno Herrera -plenamente compartida por la dirección autonómica del PSOE- sino que han desafiado su autoridad al embarcarse en «fusiones frías» que requieren la autorización expresa de la Junta.

El derecho de veto del que se dotó el gobierno autonómico quedó en papel mojado en el caso de la alianza de Caja Burgos y Banca Cívica y se duda de que la Junta sea capaz de ejercerlo contra la integración de las Cajas de Segovia y Ávila en el SIP liderado por Caja Madrid o contra la que negocia Caja Círculo con la CAI y la Caja de Badajoz. Conseguida con forceps las pasadas navidades, la fusión de España y Duero es el único logro, pero no menor, ya que aglutina aproximadamente el 60 por ciento de los recursos sumados por las seis cajas de la comunidad. Tras superar holgadamente el fielato de las asambleas generales y nombrar el organigrama directivo, sólo faltaba que PP y PSOE consensuaran el nombre del presidente de la entidad fusionada, que, en cumplimiento del pacto de Tordesillas, debe provenir de Caja España.

Al tratarse de una presidencia de carácter no ejecutivo y elegida para un periodo transitorio (en poco más de un año habrá sido renovada la totalidad de la asamblea general), no parecía que el asunto fuera a resultar tan enrevesado. Se confiaba además en la responsabilidad de todos y en la autoridad de la Junta para preservar la buena marcha del proceso. Craso error confiar en esa responsabilidad y más aún en esa supuesta autoridad.

El consenso entre PP y PSOE ha saltado por los aires y no sólo en León, también entre sus máximos dirigentes en la comunidad, Juan Vicente Herrera y Óscar López, quienes mantienen posiciones abiertamente enfrentadas sobre la idoneidad de Santos Llamas para presidir la nueva Caja. Y ahora falta por ver qué actitud adoptan los 17 de Caja Duero en el Consejo de Administración de los 34: si respetan al candidato propuesto desde León o también se dividen en dos bloques y extienden con ello la fractura interna al conjunto del órgano de gobierno de la nueva entidad. Salvo que se retire la candidatura de Llamas y se sustituya por otra de consenso, el fiasco está servido.

En el proceloso viaje protagonizado estos dos últimos años por las cajas de Castilla y León a la Junta le han venido creciendo enanos por todas partes. No era normal que hubiera aparecido en escena ninguno de los acreditados liliputienses que siempre han campado por sus respetos en la política leonesa. La unanimidad existente en seno del Consejo de Administración d e Caja España a lo largo de todo el proceso de la fusión ha constituido un fenómeno ciertamente asombroso. Ese ejercicio de responsabilidad -en el que supongo ha tenido mucho que ver la delicada situación financiera en que se encontraba la entidad- no podía prolongarse tanto. Sólo era cuestión de tiempo que algunos volvieran a las andadas.

tracking