La España real
Panorama | cayetano gonzález
A l hilo del triunfo de España en el Campeonato Mundial de futbol de Sudáfrica, se ha puesto de manifiesto de una manera clara y contundente, la gran distancia que hay entre la España «real» y esa otra, cada vez más ficticia y alejada de la gente, que es la España «oficial» integrada en su mayor parte por la «casta» política. «No es sólo ganar. Esto tiene principios y valores muy importantes para España», ha dicho tras ganar la final a Holanda, el seleccionador nacional Vicente del Bosque. Y no le falta razón.
En estas últimas cuatro semanas, muchos españoles han vibrado en torno a la selección. Y hay elementos mas que de sobra para concluir que no sólo ha sido por el arte en el manejo del balón que han demostrado los jugadores de del Bosque. No, ha habido algo más, mucho más. Ha habido una ilusión colectiva de toda una sociedad necesitada sin duda de alguna buena noticia a la que agarrarse después de un año tremendamente duro por mor de la crisis económica. Ha habido un resurgir de un sentimiento patriótico que se ha plasmado en la exhibición de la bandera nacional, en la calle, en los balcones de las casas, en las antenas de los coches. Y esto ha sucedido de un extremo a otro de España; desde Galicia hasta Canarias; desde Cataluña al País Vasco; desde Asturias hasta Andalucía.
La selección nacional de futbol ha dado un ejemplo del que deberían tomar muy buena nota nuestros políticos. Ha sido un grupo unido que ha sabido afrontar de esa manera momentos delicados como el que supuso la derrota en el primer partido ante Suiza.
Ha sido un grupo que ha transmitido seriedad, profesionalidad, pasión el trabajo bien hecho. Sin una queja, sin un mal gesto. Al frente de ellos un seleccionador -que cada uno haga la equivalencia que crea oportuna con otros responsables de la vida política y social española- con mucho sentido común, sin afán de protagonismo, valiente en las decisiones que tenía que tomar, mesurado, sobrio en la expresión, pero al mismo tiempo cercano con su gente.
La pregunta que cabe plantarse ahora es: ¿todo lo vivido en estas semanas en torno a la selección servirá para algo o será simplemente flor de un día, o incluso de una semana? Eso va a depender en gran parte de quienes deberían tomar buena nota de las vibraciones y pulsaciones mostradas por los ciudadanos. El próximo miércoles comenzará en el Congreso de los Diputados el Debate del Estado de la Nación. No hace falta ser un gran analista para concluir que el «Estado de la Nación» es, en el momento actual, sumamente preocupante, por no decir crítico. A la grave crisis económica hay que añadir otra no menos grave crisis institucional como ha quedado palmariamente de manifiesto con las reacciones que se han producido en Cataluña a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto.
Crisis de la que Rodríguez Zapatero es el principal responsable por haberse embarcado en esa aventura, pero a lo que no es ajena personajes como Montilla o Maragall, o dirigentes nacionalistas de CIU como Pujol o Mas. ¡Ojala! tenga razón del Bosque y sea verdad que el triunfo de la selección sea algo mas que una conquista deportiva y albergue principios y valores muy importantes para España.