Diario de León
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Fuego amigo | ernesto escapa

Este viernes se cumplieron diez años de la muerte de Carmen Martín Gaite (1925-2000) y esa ausencia convierte el legado de su obra en agua pasada, utilizando el título de uno de sus libros. Ha aguantado mal su literatura la intemperie de una década sin la gracia de su presencia. Un compañero de letras se refiere malicioso en sus memorias a ella y a Josefina Aldecoa como las azafatas de la generación.

En el rondo de los agasajos institucionales sólo le faltó el Cervantes, seguramente por falta de tiempo. Como novelista tuvo una trayectoria accidentada y guadiánica. Después del Nadal a Entre visillos (1958), que orilló una novela mejor de Lauro Olmo, la decepción en el Biblioteca Breve que ganó Vargas Llosa la purga con diez años de silencio narrativo, que dedicará a sus investigaciones históricas.

A mediados de los setenta, recuperó el pulso novelesco con Retahílas , Fragmentos de interior y E l cuarto de atrás , que obtiene el Nacional de Literatura. La pérdida de su única hija en 1985, que fue también su cómplice, interrumpe la escritura de La reina de las nieves y la aleja de la novela durante una larga docena de años.

Este nuevo paréntesis creativo lo rellena con reflexiones sobre la literatura como forma de comunicación y con el ensayo Usos amorosos de la posguerra española (1987), que se convierte en un auténtico éxito. El regreso a la ficción se produjo con Caperucita en Manhattan (1990), una versión actual del clásico de Perrault. Nubosidad variable (1992) alberga una purga del corazón, la búsqueda de identidad a través de la escritura, mientras La reina de las Nieves (1994) busca en el hilo de la palabra, de la retahíla compartida, la liana de la salvación cuando ya todas las ventanas están cerradas.

Esperando el porvenir (1994) es un jugoso testimonio generacional. La novela Lo raro es vivir (1996) convoca las preocupaciones existenciales de la autora con el aliciente de la pesquisa sobre un personaje dieciochesco. Irse de casa (1998) insiste en el arqueo de experiencias vitales a través de una mujer triunfadora en Nueva York que siente la necesidad de volver a su provincia, de donde salió cuarenta años atrás. Incurrió en una poesía perfectamente prescindible. Póstumamente se publicaron la novela inacabada Los parentescos y Cuadernos de todo , un centón de apuntes y notas. Estos días ve la luz e l tercer tomo de sus Obras Completas.

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