Diario de León

la opinión del lector (I)

A la iglesia de San Martín, gracias

Publicado por
Carmen Irrutia. san sebastián
León

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Por motivos de trabajo, me encontraba en León estos días pasados. Regresaba al hotel, cuando en esta iglesia un cartel llamó mi atención; anunciaban la Novena a la Virgen del Carmen. Soy de un pueblo pesquero de San Sebastián, donde se reza a esta Virgen. En mi familia por diferentes causas, solemos acudir a las celebraciones de la Madre del Mar. En principio pensé, en llenar mi tiempo, acudiendo un día al rosario y demás celebraciones, así lo hice; fue el 1.° de la Novena. Llegué tarde, estaban terminando las Letanías. Acababa de sentarme, estaba ojeando el impresionante templo y comenzaron a invadirme unas preciosas melodías a la Virgen, pensé «qué cintas más bonitas» (e intenté tararearlas en bajo). Cuando salió el sacerdote para celebrar y comenzó a cantar al unísono con las personas que allí estábamos, me di cuenta de que no era música enlatada, era un piano lo que se oía. Me alegré enormemente de estar allí. El celebrante nos comunicó que era el día dedicado a la Gracia, «qué gran catequesis». Todos o al menos yo, pensamos saberlo todo sobre María. Que grata sorpresa, el sacerdote un gran orador, supo llegar a mí. A mis recuerdos, emociones. La música y canciones seguían acompañándonos. Resultó precioso el momento de la Consagración, instantes de recogimiento personal; la suave melodía —Cerca de ti Señor— me hacía vibrar. «¡Lo que se perdía Iñaqui, mi esposo!, «qué bien estar en León», qué gozo disfrutar de esta celebración. Durante la comunión, con la mirada, buscaba al pianista ¿dónde estaba?, me hubiera gustado felicitarle, qué gran elección la del sacerdote eligiendo las partituras, qué bien interpretadas, qué devoción la feligresía. Salí de esta iglesia llena de reconocimiento hacia el pastor de ovejas (creo que de esto iba la melodía). Regresé a San Sebastián mi ciudad, el trabajo de momento estaba hecho, había venido para supervisar una obra. Volví a León el día 16, día del Carmen, lo pospuse para integrarme en la Novena. Fue mejor o igual de emocionante. La música suave, las gentes cantando la Salve, mirando a la Virgen con su hábito carmelitano, no esperaba más emociones, pero las hubo. Quiero unirme a estas gentes que no conozco y felicitar desde aquí a una mujer que le rindieron homenaje; Valeria, 95 años, por su amor a la Virgen y fidelidad al escapulario (casi nada...) «¡Qué hermoso ejemplo el suyo!». Recordé con ternura a mi madre que guarda uno parecido y escuché de la voz de una joven una oración que se reza en mi pueblo. Gracias: gracias a usted sacerdote, no conozco su nombre, pero sí sus palabras, que durante dos días, me han recordado emociones que guardaba y han aflorado. Gracias Iglesia de San Martín de León.

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