El rincón
Caín está de cámping
| manuel alcántara
El fuego que costó la vida a dos jóvenes brigadistas en Pontevedra fue provocado. Así se resumen las tragedias. Dos renglones bastan para recordarnos que la sombra errante de Caín se ha vuelto a tomar sus vacaciones en agosto y que hay criminales que recorren los pinares con sus teas eligiendo sus parajes favoritos. ¿Hay en España más incendiarios que bomberos? Cada año se quema un trocito de territorio y se deja mutilada a la brisa, mientras los pájaros se van piando no se sabe dónde. Los psiquiatras dicen que existe una tendencia en algunos mal llamados seres humanos que les induce a provocar incendios. La padeció Nerón, que gracias a los dioses murió con treinta y pocos años, pero también la sufren muchas personas de edad avanzada que les gusta ver cómo avanzan las llamas. Otras son más interesadas y cobran por incendiar bosques. Es la forma más segura y rápida para que después puedan florecer horribles urbanizaciones. Ahora que parece que ha remitido la tensión diplomática con Marruecos, crecen los incendios forestales. Lástima que no podamos mandar monte a través a Rubalcaba, que es nuestro mejor apagafuegos. El ministro de Exteriores eligió un buen suplente y el Rey habló con Mohamed VI, pero no fue suficiente. No se puede atribuir al calor que provocan los incendios peninsulares, pero lo cierto es que se están descongelando las protestas ante la reunión de Rabat y el Gobierno dice que las aguas volverán a su cauce,
Muchos caudales, no solo de paciencia, harán falta para extinguir tantos fuegos. La cosa está que arde y no hay que echarles la culpa a los magrebíes que asan corderos por el Ramadán.