La opinión del lector

Recuerdo de un caballero

Ciertamente no es nada fácil, en estos momentos de dolor, hacer una semblanza del doctor Fernández Arienza, porque porque la impresión al conocer su inesperada muerte, impide reaccionar con un mínimo de serenidad.Era don José un auténtico caballero, un caballero de los que ya, por desgracia, quedan pocos en esta ciudad. De porte distinguido, lento caminar, exquisita educación, sencillez, modestia y vastísima cultura que sobrepasaba su dominio de la ciencia médica, en él se adivinaba un hombre que hubiese destacado en cualquier época de la Historia un hombre tanto del Renacimiento como de la Ilustración, un humanista, un ilustrado que, dada su superioridad, ya no encajaba en ésta época tan mezquina y pobre de valores culturales, patrióticos y sociales. Tiempo habrá para glosar su amplia y rica obra literaria de investigación histórica. Ahora nos queda acompañar en su tremendo dolor a su esposa e hijos y rezar por él, aunque dada su rectitud y honradez no necesitará de muchas oraciones para entrar en el reino de los cielos, donde seguirá luciendo con orgullo la insignia de León que llevó desde sus tiempos de concejal del Ayuntamiento de nuestra ciudad. Todos hemos sufrido una pérdida irreparable. Suena a tópico pero es la verdad.Hasta siempre, mi buen amigo.

Ricardo Ferradal Pérez. León