Diario de León

La agricultura de Castilla y León, cuestión de Estado

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Tribuna | Andrés Zorita Calvo

Médico y Cirujano Vascular

Que el petróleo es un recurso limitado con los días contados no lo discute nadie. La dependencia exterior de la energía, la inestabilidad política de los países productores, las enormes demandas de los países emergentes, la contaminación, los vertidos marinos, etcétera. La electricidad por el contrario, jugará un papel energético determinante en no más de veinte años. Mientras tanto, en Castilla y León (CyL) esta transición energética debe acometerse con decisión, creando empleo; tenemos que actuar eficazmente sin demora.

El etanol es un alcohol que se produce por fermentación de productos azucarados -”las levaduras consumen el azúcar y producen el alcohol-”, igual al proceso de la obtención del vino, la cerveza o el orujo. El etanol es un producto que quema bien en los motores de explosión y puede mezclarse con la gasolina en proporciones del diez al veinte por ciento sin menoscabo para las mecánicas estándar. En concentraciones mayores del 85% (E85) se requieren modificaciones sencillas como el aumento de la compresión (mayor octanaje del alcohol) etc. Añadir etanol a la gasolina sin plomo tiene dos ventajas adicionales, por un lado hace que la combustión sea más limpia al añadirse oxígeno y por otro, dado su efecto antidetonante, se evitaría utilizar el MTBE, sustituto del plomo y que pudiera ser un posible carcinógeno al pasar al agua, si hubiera derrames. Es factible en una comunidad rural, favorecer incluso el consumo del E85 (fiscalidad), así que ahorrando gran parte de la factura del petróleo financiamos por ejemplo la sanidad, que está en dificultades extremas.

Estos objetivos se alcanzan creando un marco de confianza serio y estable, que evite a las petroleras considerar a los biocarburantes como una amenaza. Más que imponer, se trata de hacerles ver la situación como una oportunidad de negocio, lo cual se consigue con un tratamiento fiscal favorable, dejando actuar al mercado. Pero además como España refina más gasolina de la que necesita -”habiendo déficit de diésel-”, hay que exportarla, y las petroleras no quieren mezclar el etanol debido al exceso de producción. Por tanto hay que favorecer la compra de coches de gasolina sobre el diesel -”dejándolo para los profesionales-”, además se abarata la fabricación. Cediendo el combustible diesel «profesional» a estos transportistas, les daría mayor margen de ganancia, incluso no sería necesario gravarles un peaje de carreteras, además se abarataría el transporte, controlando a la baja los precios al consumo.

En el proceso del etanol es cierto que son necesarios los combustibles fósiles a distintos niveles, agricultura (gasoil), fermentación (gas), distribución (gasoil), pero también en la cuenta energética de la obtención del petróleo depende en qué punto se empiece a medir: perforaciones, transporte, derrames, indemnizaciones, refinamiento, guerras (más de la mitad de la energía del petróleo se ha gastado antes de llenar el depósito).

Así que entremos a matizar. Supongamos el peor escenario posible con un balance energético neutro para el etanol, estaríamos en cualquier caso fortaleciendo la agricultura -”que es nuestro potencial-”, haciéndola productiva e independiente de subvenciones, ¡algunas por no producir!, subvenciones que además dejarán de aportarse. Se dinamizarían sectores como los fertilizantes, la maquinaria, los talleres, los recambios, retomando puestos de trabajo, mejorando la economía local, comprándose las casas, reactivándose la construcción, llenándose los pueblos, ayudando al sector ganadero produciendo piensos a buenos precios con los restos vegetales.

El instituto norteamericano de ciencias biológicas concluye que el etanol derivado del maíz solo produce un 10% más de energía que la empleada en su generación, pero esto contrasta con un 370% más de energía cedida por la caña de azúcar -”mejor producto-” en Brasil, cuyo balance es muy positivo y económicamente rentable. Así que ahora imaginemos un escenario real para CyL. Supongamos que en vez de utilizar gas en el proceso, lo hacemos con carbón, estaríamos ayudando a nuestro otro sector, o utilizamos la electricidad nocturna de la eólica aprovechándola, ya tenemos además un beneficio energético, en contaminación y en logística al dar salida a la inversión eólica. Supongamos que en vez de utilizar trigo y cebada como se ha hecho en Babilafuente -”dentro de los planes de Fomento-”, haciendo subir el precio del cereal y los alimentos, teniendo que cerrar, utilizamos la remolacha con un potencial energético bárbaro similar a la caña; estamos añadiendo ya ventajas energéticas y económicas desde el punto de partida. Más ventajas, es sabido que la industria azucarera atraviesa desde hace un tiempo una crisis difícil de resolver hasta el momento. La falta de diversificación en sus productos crea un mercado duro, de fuertes competencias que ha obligado a cerrar varias centrales azucareras en León, penalizando la agricultura, quedando barbechos, y agricultores que no se adhieren a los planes de regadío por los costes de las servidumbres. Esto relanzaría un sector con puestos de trabajo, que nunca debió caer. ¿Porqué no se ha utilizado la remolacha, con balance energético muy positivo y se cerraron las azucareras, y se mando al paro a la gente? ¿Por qué se utilizan los cereales haciendo subir los alimentos? ¿Por qué no se utilizan los excedentes de las patatas con enorme poder energético evitando que los intermediarios ni se las paguen a los agricultores? ¿Por qué no está la gente adecuada en el sitio correcto? ¿Por qué subir los impuestos en un camino hacia la nada?, ¿Por qué no vamos a por ello y se organiza esto de una vez?.

Por otro lado, los viñedos característicos de muchas zonas han sido arrancados, por una política vitivinícola egoísta, dejando barbechos, dañando el ecosistema, siendo un cultivo bien conocido y necesario en los pueblos y cuyos excedentes son de enorme rendimiento para producir alcohol, necesita de poco agua y tiene un valor ecológico incalculable, pues el mosaico producido con otros cultivos colindantes permite el desarrollo de perdices, liebres, conejos, rapaces y linces de verdad, pues media docena de linces ibéricos «a biberón» nos salen a «pelo de conejo».

Existen críticos desde la buena fe -”aunque pueden ser mal utilizados-”, que dicen que cualquier aceleración en la agricultura debe ser usada para aumentar las cosechas y alimentar a la gente hambrienta del planeta, y que se requiere grandes cantidades de suelo cultivable y agua. Lo cierto es que existe en CyL mucha tierra que no se cultiva por falta de rentabilidad, se subvenciona por no producir, se arrancan viñedos, y cuando hay exceso de producción, los alimentos o la leche se tiran y nadie dice nada al respecto, ¿ y cómo se utiliza el agua?, a manta. La Política Agraria Común (PAC) permite que las tierras dedicadas a barbechos tradicionales (obligatorios y voluntarios) se cultiven para producciones no alimentarias y las subvenciona. Por tanto esta agricultura no está quitando la comida de los platos de la gente, lo que se requiere es una buena organización agraria, y no olvidemos que estamos hablando de nuestra supervivencia, ¡CyL va a acabar como un erial!.

Producir etanol de la celulosa (biomasa) tiene una doble vertiente. Si se utilizan despojos de los cultivos (tallos maíz, paja), llevan muy poco trabajo y no requiere fertilización extra, y los residuos queman muy bien tanto para generar electricidad como para generar calor, siendo muy aprovechable en el medio rural, ahorrando gasoil. Pero por otro lado, los azúcares encadenados a la fibra no pueden ser utilizados; son necesarios enzimas que son generados por bacterias y hongos para romper la fibra, que viven en el subsuelo de la jungla o en el intestino de las termitas y no están «domesticadas» como las levaduras, para meterlas en un tanque de acero. Por tanto el balance energético del etanol/biomasa es todavía escandalosamente negativo, y si aumenta el trabajo y la energía de recoger deshechos forestales o cultivos (árboles, etcétera) que requieran fertilizantes, es tirar el dinero, muy lejos de la viabilidad comercial, perdiéndose la ventaja social. Entrenando a las termitas -”una tarea para imponer a algunos políticos-” se conseguirá la rentabilidad. ¿A dónde han ido a parar las enormes subvenciones de la fotovoltaica? ¡Cielo santo, lo que se podría haber hecho aquí con una milésima parte!

Los sindicatos agrarios, a mi juicio, tienen la clave. Deben alzarse con una sola voz. Picotear erráticamente en distintos frentes energéticos impide ser eficaces. ¿Habrían ayudado a evitar la debacle de la remolacha? Probablemente, el etanol pudiera ser una buena solución para CyL frente a otras, rápida, sencilla y muy eficaz. El objetivo es reducir ya mismo la dependencia del petróleo, ahorrar, potenciar una agricultura fuerte, mejorar la economía, la demografía, crear empleo inmediatamente, conseguir un ecosistema envidiable, utilizar los excedentes alimentarios regulando los precios para el agricultor. ¿Saben ustedes que sucede cuando la gente vive en los pueblos y del campo?... Que desaparecen los incendios. ¿A qué esperamos? Ya se está tardando.

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