¿Redimido?

«El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros». La frase de Fidel Castro, de 84 años, ha dado rápidamente la vuelta al mundo, y aunque no suponga una retractación, sí es el reconocimiento explícito del histórico fracaso de un sistema estatalista y autoritario que cercena libertades con el argumento espurio de la falsa igualdad. Es tremendo que hayan tenido que transcurrir 51 años de desarrollo de la utopía socialista para llegar, a la postre, a esta conclusión. La constatación de Fidel es una especie de broma macabra. Obviamente, la confesión de Castro no le redime de su biografía: durante más de medio siglo, ha sometido a su país a una dolorosa terapia idealista que ha fracasado. El error es tan grave que la historia no podrá absolverle. Antes al contrario, la rectificación final agranda el error y lo vuelve especialmente odioso.