Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El baile del ahorzado cristina fanjul

TNunca premiamos ni reconocem os el fracaso. Preferimos poner el pedestal al vencedor, al que llega el primero, a quien se lleva las medallas. Así hace siempre el jurado de los Príncipe de Asturias del Deporte, en un alarde de vulgaridad difícil de igualar. Debería chirriarles, y no lo digo por el merecido galardón a la Roja, sino por su machacona preferencia por laurear a quien vence, sin más, sin importar cómo (Schumacher verbi gracia) y sin contemplar otras posibilidades, como la de quienes siguen levantándose tras la caída. Ya ven, Sísifo no podría competir en este premio tan hortera, ni Don Quijote, ni Prometeo... Y, sin embargo, en otras modalidades, han sido reconocidos Woody Allen o Arthur Miller, o María Zambrano, o Berlanga, o Bob Dylan, cuyas obras están repletas de grandes fracasados, de personajes que siempre supieron que se hundirían, que no aguantarían la tempestad y que, sin embargo, se aventuraron hacia la tormenta. Los derrotados también deberían contar para los miembros de un jurado que se deja deslumbrar con demasiada facilidad por el becerro de oro. Decía María Zambrano que la derrota es creadora en la historia y que el fracaso individual lo es en el pensamiento. Imagínense cómo se reescribiría la historia si de ella elimináramos el fracaso. Imaginen al hombre si le despojáramos de la pérdida. No nos quedaría nada (siento el pleonasmo). Nadal tendría que haber sido reconocido este año, porque se levantó después de caer, porque ahora sabe que cualquier recién llegado puede hacerle desaparecer, porque ha demostrado que el esfuerzo también lleva al fracaso y que hay que ser muy valiente para luchar por una derrota. Puede que el problema sea que este premio no tenga mucho sentido o puede que nada lo tenga. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.

tracking