Agua y razón

España creó en 1926 las Confederaciones Hidrográficas, que gestionaban íntegramente cada cuenca con independencia de su recorrido, y que constituyeron un gran avance en la gestión del agua, considerada ya un recurso escaso. Paradójicamente, la última oleada de reformas estatutarias va en la dirección contraria: las cuencas tienden a fraccionarse. Un verdadero disparate. Por ello es relevante la iniciativa del PSOE, que ha aprobado un documento titulado «Gestión Sostenible del Agua. Hacia un gran pacto social», que plantea la creación de un ente nacional que coordine la gestión de los ríos y la actividad de las Confederaciones. No se entendería que los demás partidos no se apresuraran a respaldar esta iniciativa que devolvería la racionalidad y la solidaridad a la gestión del agua en España.