Diario de León
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Los pitos y los datos

En esta misma secció, el pasado martes 12 de octubre, el señor Cayetano González realiza una pirueta argumental para elevar los pitos a la categoría de indicadores sociológicos y acabar concluyendo que los abucheos por parte de algunos familiares de guardias civiles contra el actual ministro del Interior por motivos reivindicativos y laborales, reflejan el sentir de toda la ciudadanía y además cuestionan claramente toda su labor al frente del ministerio.

El artículo comienza poniendo en tela de juicio la popularidad actual del ministro del Interior en comparación con todos sus predecesores, ignorando que, según el último baremo del C.I.S., Rubalcaba sigue siendo el ministro mejor valorado de éste Gobierno con un 4,47 (por encima de la popularidad de Chacón: 4,23, Zapatero: 3,48, y de la de Rajoy, que está en el 3,14). Más adelante, atribuye al actual ministro del Interior las pésimas condiciones de trabajo y salario de la Guardia Civil, (¡llega incluso a dudar de que el propio ministro del Interior las conozca!), cuando todo el mundo sabe que las reivindicaciones laborales de la Benemérita son tan justas como antiguas.

Los bajos salarios en comparación con el resto de los cuerpos policiales, las condiciones precarias en las casas cuarteles, las guardias interminables y las duras obligaciones del carácter militar de la Guardia Civil se remontan a la época predemocrática sin que hasta la fecha ningún ministro del Interior, sea del signo que sea, haya podido o querido solucionarlo (ni siquiera el propio Rajoy, que también ostentó la cartera de Interior, aunque se salvó de que le pitaran).

Termina el artículo el señor Cayetano González afirmando que el ministro hace continua dejación de sus funciones al frente del ministerio (?) acusándole de estar más pendiente de sus ambiciones políticas que de la seguridad de los ciudadanos (no sin antes menospreciar al director general de la Guardia Civil: «un tal Francisco Velázquez»), obviando los datos sobre el descenso de la criminalidad, y no digamos los abrumadores éxitos en la lucha antiterrorista.

En cuanto a las ambiciones del ministro, aunque nadie debería decir de este agua no beberé, Rubalcaba ya ha dicho en alguna entrevista que lleva muchos años en política y desearía retirarse.

Uno puede estar de acuerdo o no con la labor de un ministro, y explicarlo. Pero muy a menudo, los artículos de opinión se escriben más con el hígado que con la cabeza, y se dedican a tirar con lo primero que pillan contra el personaje que critican, manipulando la realidad con afirmaciones gratuitas en vez de aportar argumentos.

El artículo que nos ocupa no aporta otra cosa que el ruido que se refleja en su propio título: «Pitos a Rubalcaba», que recuerda a la estrategia antidemocrática del «váyase señor González» que ya entonces confundía el debate y las elecciones, con la bronca y las descalificaciones.

José L. de Soto. León

Acoso en el trabajo

El mobbing o acoso psicológico en el lugar de trabajo es uno de los principales estrés psicosociales a los que puede enfrentarse un empleado durante su vida laboral.

Sufrir de forma sistemática y durante un tiempo prolongado, los comportamientos activos, insultos, difusión de rumores, obstaculización de las tareas, restricciones en el uso de medios, eliminación de apoyo, negación de la comunicación, etc en el lugar del trabajo, puede significar ser víctima de mobbing o acoso psicológico.

Se trata de una forma de violencia psicológica extrema dentro del ámbito laboral y uno de los  principales estrés psicosociales a los que puede enfrentarse un trabajador.

El mobbing es un riesgo psicosocial bastante frecuente: entre un 5% y un 16% de la población activa española lo sufre. Existen diferentes tipos de mobbing relacionados con los niveles jerárquicos en los que se produce. A pesar de la variedad, existe una dinámica común en el proceso de acoso psicológico, desde su origen hasta su terminación; se divide en cuatro fases principales: conflicto, estigmatización, intervención y exclusión.

Se puede afirmar que el mobbing representa un complejo fenómeno de carácter multicausal y susceptible de comportar consecuencias muy negativas, tanto para el trabajador, como en su esfera sociofamiliar, y para la propia empresa.

El daño psicológico que pueden presentar las víctimas de acoso psicológico laboral es tan importante, que desencadenan incluso conductas suicidas.

Numerosos estudios desarrollados en diferentes países (entre ellos, Alemania, Austria, Irlanda y Suecia) han registrado en víctimas de acoso laboral muchos de los indicadores aludidos, que sugieren a su vez una sintomatología propia del trastorno por estrés postraumático. Otra de las posibles consecuencias del acoso psicológico en el trabajo son las conductas adictivas (consumo de psicofármacos, alcohol y drogas) como salida para afrontar la situación.

Al margen de los daños ocasionados al trabajador, no se debe obviar el deterioro que se produce de forma colateral en el núcleo sociofamiliar de la víctima, así como los que se generan dentro de la empresa. Así, el entorno laboral se verá condicionado de manera significativa por diversos motivos, entre ellos, un peor clima en el trabajo, mayor absentismo y menor productividad.

En la actualidad, el ordenamiento jurídico de España no contempla de forma específica el fenómeno del acoso psicológico en el lugar de trabajo.

Alfonso del Río Sánchez. Astorga

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