El canon

El llamado canon digital fue concebido en la UE -y no sólo en España- para paliar el hundimiento de la anquilosada industria musical, que se mostraba incapaz de adaptarse al progreso tecnológico y la evolución de Internet. Naturalmente, las contradicciones de esta tasa injusta tenían que acabar chirriando, hasta ser cuestionadas por un tribunal relevante, como de hecho acaba de ocurrir. Habría que aprovechar la ocasión para reflexionar un poco más sobre este asunto, ya que cualquier intento de salvar lo insalvable no sólo no ayudará a la obsoleta industria del sector sino que la hundirá definitivamente. Porque el futuro no pasa, no puede pasar, por el viejo modelo de la venta de discos físicos a un precio de monopolio sino por la utilización ingeniosa de las nuevas tecnologías.