Cerrar
Publicado por
CARMEN TOMÁS
León

Creado:

Actualizado:

C onseguir un crédito ya es difícil y caro. Qué se lo pregunten a las familias y sobre todo a las pequeñas y medianas empresas. Pues prepárense porque parece que las cosas se van a poner aún peor. Se van a imponer nuevas normas de solvencia para las entidades financ ieras. En un principio, estas nuevas normas tuvieron una buena acogida. Sin embargo, en las últimas horas hemos sabido por Luis de Guindos, ex secretario de Estado de Economía con Aznar y actual presidente del Instituto de Empresa, que haciendo cálculos el asunto es más feo de lo que podría parecer. Según esas nuevas normas, la banca española va a necesitar casi 44.000 millones de euros y sobre todo los van a necesitar las cajas de ahorros y los bancos medianos. Y todo esto que significa al final para los ciudadanos y las empresas que el dinero será más caro y que será más difícil conseguirlo.

El sistema financiero español tendrá que revisar su política de márgenes y precios. Dice De Guindos que habrá menos rentabilidad del activo y mayor coste del pasivo. Es decir, una banca menos rentable. Todo esto va a suceder en un momento de debilidad de la actividad económica, con una presión enorme de déficit público y endeudamiento con lo que significa de efecto expulsión del sector privado y un aumento de los impuesto s y una merma de la renta disponible.

El escenario se plantea dantesco para las miles y miles de empresas que no consiguen recuperar sus deudas y o bien han cerrado o tienen enormes dificultades para seguir su camino. Al final, la letra grande Basilea III, tiene una lectura en letras pequeñas para la economía familiar y empresarial. Si no hay dinero ni nuevo ni de pago de deudas y no hay consumo, la actividad seguirá al mínimo y no sólo no se crean puestos de trabajo sino que se seguirán destruyendo. El Gobierno puede seguir vendiendo lo que quiera y con la cara que quiera (señora o señor con barba), pero a la gente ya no le entran los cuentos. Sabe quién de su casa está en paro y cuánto han mermado sus ingresos, si tiene alguno. Ya se lo pueden vender en caja y con lazo rosa. La economía española apenas mejora y se arrastra por el fango y ya veremos por cuánto tiempo. Hincarle el diente al sistema autonómico es una asignatura pendiente y habrá que abordarlo. Algunas cosas llevarán más tiempo que otras. Pero, ahora mismo ni siquiera esas cosas que se pueden hacer cambiarían el rumbo. Hay que hacer otras muchas reformas y no parece que el Gobierno esté en el asunto. Ese es ahora nuestro verdadero problema. Para empezar, reducir de verdad el gasto público y poner las condiciones para que las empresas puedan ganar algo de confianza y c ontratar trabajadores. Lo demás son cuentos chinos.