La opinión del lector

A Antonio Cano Un hondo silencio palpo en Llamas de Rueda. Ya no ahuman Antonio las urces en tu humero, pues has partido, como antaño forastero, pero sin decirnos, de tu viaje, la vereda. Silencio hondo y profundo, como el río Corcos, cuando te llevaba tus vacas nadando, la riada. Sabio silencio de la noche en que suspirastes, antes que tu hija Juli te diera la pastilla, a la alborada. Silencio en el que florece ya verde el centeno y tiñen al valle de amarillo ocre, los chopos. Has pasado el túnel allende el misterio, cuando los colores alardean de su otoño y a tus hijos Juli, Mari, Luis y Toño, el sol, seguro, vestirá de arreboles tu recuerdo. Tu amigo Vidal se bate en duelo y aún se acuerda de pasear contigo por el monte, hasta Valdelagata a otear el horizonte. La vida, eres tú y también lo que te rodea, tu pueblo, sus fiestas, amigos, el té, las vallejas y sus fuentes, tierrinas, caminos, sendas, el orégano y sus gentes, incluso la muerte a la que tememos tanto, sin preocuparnos de la muerte mental que nos limita diariamente la vida. Y te digo que, al menos, cien rosas encarnadas adornan tu nicho y que el rojo conjurará el miedo a la muerte, mientras viva. Disfrutemos de todos los momentos de la vida, del silencio, como Antonio bien sabía y mejor hizo.

José Maraña. San Sebastián

El AVE y las avutardas Me llega una carta del Fiscal de Medio Ambiente sobreseyendo una denuncia que presenté contra ADIF. La razón era que las obras del AVE en Grajal de Campos habían procedido a arrasar el terreno en época de reproducción de las aves esteparias. Pues bien, el fiscal me informa de que no ve indicios de delito porque ADIF y la Junta se habían conchabado previamente para decretar que justo desde el límite provincial entre Palencia y León, en Grajal, la zona dejaba de ser «sensible» y por ende no merece protección. La Junta protegió la fauna en Palencia y otorgó a ADIF «licencia para matar» en León. ¿León vale menos que Castilla?.

Isaac Domínguez. Madrid