Alternativa verde

El geógrafo norteamericano Jared Diamond en su libro Colapso: por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen, editado por Debolsillo en 2010, identifica en él los cinco factores que explican el fracaso, la desaparición o la supervivencia de una serie de sociedades históricas que estudia a lo largo de 746 páginas: el deterioro ambiental, el cambio climático, los vecinos hostiles, los socios comerciales y amistosos y, por último, las respuestas de la sociedad a sus problemas medioambientales. Aunque matiza y valora las diferencias cualitativas entre las sociedades de ayer y hoy, la conclusión que saca es que, en la mayoría de los casos, el origen de todos los problemas radica en la acción antrópica, ya porque ésta suele ser la causa principal del deterioro ambiental, ya porque los hombres dan respuestas equivocadas a las dificultades que se les plantean.

Después de un exhaustivo análisis histórico de algunas sociedades del pasado y varias actuales, el libro se cierra con un interesante capítulo 16, en el que reflexiona sobre los doce problemas medioambientales a los que nos enfrentamos que, por conocidos, no me detendré en ellos; pero sí en la reflexión que hace sobre nuestra mayor capacidad hoy que ayer, pese a que contamos con mucha mejor información, de ser más dañinos; y sobre todo que, al contrario de las sociedades del pasado con conflictos circunscritos a su propio ámbito, vivimos en un mundo globalizado en el que los problemas de un sitio trascienden rápidamente a otros. Pone como ejemplo de tal globalización los polder holandeses, complejo sistema de bombas y diques para extraer el agua, en el que la supervivencia de unos depende de los otros. Diamond es cautamente optimista y no catastrofista.

La mayoría de los problemas medioambientales suscitan dudas y son objeto de debates, con posturas o muy pesimistas o demasiado optimistas. Uno de ellos se refiere a la energía, la sustitución de energías fósiles contaminantes por renovables. El tema es de actualidad, incluso en nuestra provincia. El presidente del Gobierno, en la cumbre de Seúl del G-20, señalaba que «la apuesta medioambiental es también una apuesta económica», que podría impulsar el crecimiento económico; y anunciaba que la economía verde podría crear en España un millón de puestos de trabajo de aquí al año 2020. Dejando a parte lo voluntarista de una propuesta imprecisa y electoralista, e incluso las críticas que se refieren a que esos puestos destruirán más del doble en otros sectores energéticos, sin duda cierto, la planificación valiente, acertada y a largo plazo es, pese a las dificultades, la mejor respuesta a estos problemas.