Esos hombres buenos
Dos hilos co nductores importantes definieron el guión informativo de una semana de nuevo intensa por el conflicto siempre latente del carbón. Tres titulares de apertura de este periódico sobre un mismo asunto -”«Lagun Air perdió 14 millones de euros en tres años de actividad», fue el último de ellos-” cedían preponderancia a otro -”«El juez culpa a los consejeros de la quiebra de la Cultural»-” aparentemente ajeno a la primera cuestión. Pero sólo aparentemente, porque tras ambos desastres de gestión aparecen los mismos protagonistas. Los que lideraron Agelco y Profutle y que en las últimas semanas están en boca del todo León. Y no precisamente por las consecuencias de aquéllas razones por las que hace tiempo se postularon ante la sociedad leonesa como hombres buenos, solidarios, emprendedores, con sobresaliente iniciativa y capaces de liderar extraordinarios proyectos que habrían de redundar en enormes beneficios para la provincia. Pero el lustre de su gestión duró sólo lo que el brillo del dinero público -”20 millones en subvenciones recibió Lagun Air en ese tiempo-” y la paciencia de quienes, sustentando con su capital y una desmedida ilusión la sociedad anónima deportiva, veían condicionada su capacidad de decisión y acumulaban en las cuentas de la Cultural una deuda de cuatro millones de euros como consecuencia en buena parte, lo mismo en éste que en el otro caso, del más absoluto desconocimiento del negocio. Y todo ello desde una soberbia pasmosa que incluso llevó a afirmar a un interpuesto que en cuatro años la Cultural jugaría la Copa de la Uefa. Cuatro años después el equipo ni siquiera llegó a disputar la promoción de ascenso y los malabaristas del circo social y mediático habían hecho mutis por el foro. Idearon después un último número de magia que todavía hoy sigue escociendo a algunos de los que apoquinaron para el invento: la creación de un sello musical para universalizar las canciones de Manuel Quijano. De aquella fatua gala en el Musac apenas queda el recuerdo de otra vacuidad y la imagen de los protagonistas con un bordado en negro y sangre so bre una camisa blanca : Rebels Music. Pero esa es... otra música.