Vía estrecha, ambición ancha
Cuando tantas veces hay que criticar y lamentar los desencuentros entre las instituciones de diferente color político, reconforta poder destacar justo lo co ntrario: la abierta colaboración y el encuentro en los objetivos comunes. Es el caso del acuerdo firmado entre la Consejería de Fomento y Feve por el que Fomento compromete más de 10 millones de euros para la modernización de las infraestructuras de Feve en Castilla y León
Además de las mejoras en apeaderos y estaciones este acuerdo va a permitir a la compañía de vía estrecha afrontar uno de los proyectos que tiene desde hace tiempo en cartera el presidente de Feve, Ángel Villalba: la adaptación de la línea León-Bilbao al transporte de mercancías. Algo que, desde luego, está en la entraña misma de esta vieja línea volcada en la actualidad en el transporte de viajeros y en su aprovechamiento turístico.
En efecto, la iniciativa tiene algo de vuelta a los orígenes, de regreso a esos años heroicos en los que el «hullero» abastecía con carbón leonés y palentino la industria metalúrgica del País Vasco. Esos altos hornos que eran el faro que guiaba el desarrollo industrial español a finales del XIX y comienzos del XX. El hullero revitalizó las cuencas mineras del norte de la provincia y localidades como Cistierna y Guardo se convirtieron en auténticos polos industriales con una actividad que para sí quisieran ahora. El hullero era el «arenero» cuando transportaba la arena silícea extraída de las canteras de Arija. Y esperaban su llegada también en la cementeras de La Robla y Mataporquera, la térmica de Valmaseda, etcétera.
Estamos, pues, en una «vuelta a empezar». El objetivo ahora es doble: multiplicar la actividad de la línea y fomentar el transporte, con un importante ahorro de costes, entre los núcleos empresariales más próximos al trayecto. No se descarta, incluso, alguna modificación de la línea para favorecer la salida de los productos. Feve elabora un plan para racionalizar este servicio que afianza el futuro de una línea que todavía precisa mucho apoyo público. Pero más aún confianza en su futuro.