El mundial

Hoy toca no hacer amigos. Está muy bien que presionemos y reivindiqu emos que León es merecedora de una sede del mundial de balonmano. Si en algún deporte colectivo hemos destacado y destacamos es en ese. Pero la pregunta es ¿cuándo se decide la presentación para que un país organice un mundial?, ¿con qué antelación? Siendo López Ricondo responsable de la Federación se ofertó a España (año 2007) para el mundial de 2011, y a que no saben qué: no iba León como sede. Cuando se volvió a ofertar para 2013 iban ocho sedes, y a que no saben qué: eso.

Es que no nos entra en la cabeza y mira que hay refranes hasta aburrir. Sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. A Dios (nunca mejor dicho, sería a de Dios) rogando y con el mazo dando. Pero no se trata de hablar, sino de hacer. No se trata de acordarse, sino de prepararse. Pero no aprendemos. Si tantas ganas teníamos de ser sede del mundial ¿qué hemos hecho?, ¿cómo nos hemos preparado? Puede apoyar que León sea sede desde el más famoso hasta el más modesto de los leoneses, pasando por el que no sabe si juegan 7, 9 ó 19 pero que se apresura a pedirlo porque «luce». Pero la tozuda realidad es que cuando se presenta la candidatura se evalúan sólo las sedes propuestas. Y se exigen unos mínimos; realizados o con compromiso fehaciente de tenerlos; como que los cientos de periodistas que cubren un acontecimiento así tengan dónde hacerlo. Y no vale aprovechar los tenderetes del rastro. Eso no cuela. Y colgarles del techo del Palacio de Deportes, otra opción, resulta incómoda. Y si viene lo que en castizo sería GMI (gente muy importante), que a estas cosas les suele dar por venir, como algún ministro o gente de esa que viaja gratis, parece que tampoco tenemos donde «meterlos».

Si dentro de unos meses nos desayunamos con la desilusión volveremos a darnos golpes de pecho y criticar la decisión de que Sevilla, que sabe tanto de balonmano como León de sevillanas, sea sede y León no. Pero no habremos caído en la cuenta de que alguien no hizo los deberes, no estuvo atento, no ac tuó a tiempo para conseguir compromisos, fondos y reformas necesarias. Y seguiremos diciendo que sólo salimos en la tele por el tiempo. Será por el tiempo que perdemos.