Caballos de Boñar: ¿hasta cuándo?

Resulta incomprensible, y también insoportable para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad, contemplar el prolongado y deprimente espectáculo de unos caballos que están muriendo de hambre después de que quedaran abandonados a su suerte por los responsables de una empresa, «Caballos de Boñar», que aseguran no disponer de recursos para alimentarlos. Resulta incomprensible porque se trata de una situación que se arrastra desde el pasado mes de agosto. Un tiempo más que suficiente para haber tomado decisiones claras y firmes, tanto administrativas como judiciales, que sirvieran para, al menos, dar cumplimiento a lo prioritario: detener este sufrimiento impropio de países civilizados. La Junta se encargó ayer de mitigar esta vergüenza proporcionando alimentación a los animales pero el problema se puede reproducir en cualquier momento si no se actúa de forma más decidida. Resulta llamativo que, disponiendo de una amplia normativa en sanidad animal, no se aplique en estos casos tan lacerantes. Mientras crece la alarma social la Sociedad Protectora de Animales de León continúa su lucha particular con el objetivo de que el juez reconsidere el asunto y no se eludan las responsabilidades. Algo habrá que hacer para cerrar el telón de este espectáculo.