Cerrar
Publicado por
Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de la Universidad de León
León

Creado:

Actualizado:

P or qué protestan estudiantes y profesorado universitario en Europa? El Reino Unido es un caso más, y no menor, de los cambios que se están produciendo en toda Europa en la Educación Superior. Meses después de la llegada al poder de la coalición entre Conservadores y Liberal-Demócratas, los recortes en la educación pública se hicieron públicos, pese a que Nick Clegg, líder de los Liberal-Demócratas y actual Viceprimer Ministro prometió en la campaña electoral que no haría recortes en Educación.

Como analiza Daniel Mourenza, de la Universidad de Leeds, a partir de la publicación del informe «Independent Review of Higher Education Funding and Student Finance» el pasado 12 de octubre, más conocido como Browne Review (redactado por Lord John Browne, Baron of Madigley y antiguo presidente ejecutivo de BP, entre muchos otros cargos), se ha planteado una bajada en el presupuesto dedicado a las Universidades que puede llegar hasta el 80%: de los actuales 3.500 millones de libras a 700 millones. El presupuesto para la investigación puede bajar también en un millón de libras. Pero estas medidas no vienen solas. A la vez se planea que las matrículas universitarias pasen de las 3.290£ por año que cuestan actualmente (3.850 euros) hasta una cifra que puede llegar a ser de entre 7.000 y 9.000£. La cifra actual es, en efecto, suficientemente elevada. ¿Cómo pueden permitírsela entonces los estudiantes británicos? Lo hacen principalmente a través de préstamos. Fue en el 1998, con el gobierno de Tony Blair, cuando los estudiantes no sólo tuvieron que empezar a pagar una matrícula de 1.000£ por año, sino que también se suprimió el sistema de becas y se potenció el sistema de préstamos, que ya existía, pero con una inversión inferior. En 2004, la matrícula subió hasta unas 3.000£.

Esta «música» nos suena aquí y su partitura se llama «Plan Bolonia». Cuando se dice en el Browne Review que todos los programas universitarios menos Medicina, Ciencias, Ingeniería y Lenguas Modernas dejarán de recibir dinero público se está diciendo, obviamente, que las demás carreras deberán buscar fórmulas para poder subsistir. Por un lado con la subida de las matriculas de los estudiantes, y por el otro, deberá supeditarse a la lógica del mercado, es decir, conseguir financiación de la empresa privada. La Universidad de Bradford ya ha anunciado un programa de grado «Morrisons» (importante cadena de supermercados en el norte de Inglaterra), que promete que tendrás «una gran carrera en los supermercados, gracias a una carrera de supermercados». Se instala así el convencimiento de que la responsabilidad que la Universidad tiene con la Sociedad es la de beneficiar directamente a las empresas y no la de generar conocimiento y un espíritu crítico e independiente. Algo que cuadra perfectamente con el informe «Estrategia Universidad 2015: La gobernanza de la universidad y sus entidades de investigación en innovación» en España, firmado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, presidida por la señora Ana Patricia Botín, que llega a afirmar que el rector o rectora no tiene por qué ser un académico, sino por ejemplo un «hombre de negocios», lo que, según ella, agilizaría el funcionamiento de la Universidad (aparte de privatizar todos los sistemas de gestión dentro de las universidades, claro).

Las reformas en el Reino Unido significan, entre otras cosas, la pérdida de 200.000 puestos de trabajo; así como el que un 40% de los estudiantes dicen que si salen adelante las medidas que propone el Browne Review reconsiderarán si ir a la Universidad, según publica The Guardian . Bernard Goyber, un estudiante de Historia de 19 años, lamentaba que «el 50% de los estudiantes no puede encontrar trabajo, la mayoría tampoco van a poder pagar esas matrículas». Otra alumna, de Irlanda del Norte, Anna Tennant-Siren, criticó a los políticos, que «deberían estar quitándoles dinero a las personas que ganan sueldos de siete cifras, no a los estudiantes que no tienen dinero». «Queremos un sistema educativo en el que cualquiera pueda tener acceso, no sólo los que tienen posiciones privilegiadas o que son ricos», ha pedido Clare Solomon, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Londres a BBC radio. En Sheffield, Bristol, Londres, Liverpool, o Manchester chicos de 13 o 14 años toman la calle para protestar contra gobiernos conservadores y socioliberales que en Letonia, Irlanda, Francia, Islandia, Rumania, Portugal o España quieren liquidar definitivamente el Estado social privatizando y convirtiendo la educación en un negocio.

En Italia, los estudiantes se manifiestan en Roma, Pisa, Palermo, Pavía, Turín, Florencia, Bolonia, Milán, Cagliari, Nápoles, Génova, Siena, Trieste, Venecia o Perugia contra el decreto ley de la ministra de Educación, Mariastella Gelmini, que pretende recortar los fondos para la Universidad pública para aumentar los destinados a la Universidad privada. Los estudiantes protestan contra la privatización de los consejos de administración de los institutos, los recortes en la escuela y la universidad pública, sobre todo en el sector de la investigación, estableciendo sistemas de crédito para los estudiantes que convierte la universidad pública en elitista, así como por los fondos que se concederán para financiar las escuelas privadas. Los brutales recortes al presupuesto destinado a la educación en general, y la transferencia de recursos públicos a manos privadas a través de cheques canjeables por educación, es una medida que, además de profundizar la mercantilización de la educación universitaria, busca pasar los costos de la crisis a la ciudadanía.

Estas medidas son las que han sacado a la clase universitaria a la calle. Pero poco puede hacer la ciudadanía contra una decisión que se les impone e hipoteca su futuro si demuestran su disconformidad por separado. Sin embargo los estudiantes europeos están demostrando tener claro que el futuro está aquí, que es suyo y se decide ahora: por eso hoy, en Roma como en Londres, luchan por liberar a la democracia y a la política secuestrada por los organismos internacionales (el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central), al servicio de los grandes grupos financieros, la sacan a la calle y siguen luchando.

Cargando contenidos...