Bueyes de Omaña: cuando falta la prudencia

Cuando tanto se habla de despoblación y de éxodo rur al y de la necesidad de apoyar iniciativas empresariales que contribuyan a crear empleo y a fijar la población en zonas desfavorecidas, llama la atención que se pongan poco menos que en la picota iniciativas como la que, desde hace nueve años, desarrolla en Omaña la empresa El Mular. No puede decirse que la prudencia haya presidido la actuación de Asaja en este asunto al acusar a la empresa citada de una serie de irregularidades con la cabaña de reses, fundamentalmente bueyes, que mantiene en pastizales de El Castillo, Villar de Omaña y Omañón. Según el sindicato, las reses se encuentran en estado semisalvaje, mal atendidos y sin que estén controladas adecuadamente desde el punto de vista sanitario con el consiguiente riesgo de contagio a otras reses de la zona. La Junta discrepa abiertamente de estos planteamientos y asegura que la explotación está saneada. Este periódico ha podido constatar in situ que los animales están siendo atendidos, saneados y alimentados y que los trabajadores siguen realizando su tarea pese a la difícil situación de la empresa que se encuentra en concurso voluntario de acreedores. Que haya otros problemas, como puede ser el impago del alquiler de los terrenos, no justifica que se pongan en entredicho casi die z años de trabajo.