Diario de León
Publicado por
CARLOS CARNICERO
León

Creado:

Actualizado:

El estado de alarma quizá se prolongue hasta dos meses, bastante menos de lo que durará el nuestro. Sustituir por controladores militares a los que sean despedidos o imputados no es cosa que pueda hacerse de la noche oscura de los aeropuertos a la luminosa idea de ponerles a hacer la instrucción. Hay que esperar a que se abran no solo los espacios aéreos cerrados, sino las molleras de quienes nos han metido en este lío. Paciencia y barajar, mejor dicho, paciencia para ir a Barajas. Los libros de reclamaciones se han convertido en un 'best-seller' y en algunos aeropuertos se han agotado las hojas, no sin que anteriormente se les hubiera agotado a los frustrados viajeros su repertorio de insultos. Ser español nunca ha sido fácil, desde que Quevedo miró los muros de la patria suya, llenos de desconchones históricos, pero edificar 17 estados en la ínsula ibérica quizá exceda la capacidad de nuestros arquitectos, ahora que los albañiles se han quedado sin trabajo. No vale decir «sálvese quien pueda», ya que los únicos que pueden salvarse son algunos políticos, como el fracasado presidente de la Generalitat, José Montilla, que se irá con el rabo entre las piernas y las manos en los bolsillos para que nadie le quite el 80% de su sueldo durante una buena temporada. ¿Eran los controladores aéreos los únicos privilegiados que teníamos por cielo, mar y tierra? Sería bueno aprovechar el estado de alarma para corregir otros excesos. La huelga ha provocado la cancelación de más de 4.000 vuelos en dos días y las aerolíneas, según cálculos aproximados, ya que se hacen por todo lo alto, dejarán de ingresar hasta 80 millone s de euros diarios. El capítulo de pérdidas es el más gordo de nuestro libro de contabilidad. Dicho de otra manera: usted y yo somos más pobres que antes de que se declarara y se solucionara la huelga. Guardemos las alas, por si algún día cambian los aires.

tracking