La Dependencia, un valor en alza
Nació hace ahora tres años y surgió adjetivada: iba a ser el cuarto pilar del Estado del Bienestar. Así es como la presentó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ahora por la crisis ha visto cómo ha tenido que recortar los fondos que para ella estaban previstos durante los próximos años. En estos tres años, Castilla y León siempre ha estado a la cabeza de las Comunidades Autonómas a la hora de aplicar la Ley. Pero, ahora, el Observatorio de la Dependencia coloca a la Comunidad como la mejor en valoración, tanto por la «sobresaliente» aplicación de la Ley de Dependencia como por la reciente aprobación de la Ley de Servicios Sociales en las Cortes autonómicas, que viene a potenciar aún más ese Estado del Bienestar, tan necesario en una comunidad con un elevado número de población envejecida y, por tanto, depediente. Precisamente llama la atención que el Partido Socialista, el mismo que en el Gobierno de España aprobó la Ley de Dependencia, votara en contra de la norma de Servicios Sociales, que según el informe del Observatorio viene a completar lo ya existente, porque pasa de la asistencia a generar derechos, servicios y prestaciones.
Un nueve, esa es la nota que reciben los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León y se las dan los directores y gerentes de Servicios Sociales del resto de autonomías, lo que le da aún más valor, porque viene de la competencia, de aquellos que también valoran sus propios servicios sociales y los ven peor que los de Castilla y León.
Pero no todo está hecho. En el informe indican que, para lograr la máxima nota, la Junta debe aplicarse aún más en solventar el desequilibrio entre la prestación y los servicios y el número de cuidadores que se dan de alta en la Seguridad Social. Mejorar esas cuestiones puntuales le valdrían para lograr el diez o la excelencia en unos servicios, los sociales, que se antojan imprescindibles en un territorio y en una población como la de Castilla y León, donde ese cuarto pilar del Estado del Bienestar parece tener buenos cimientos.