Vaya balance

En este fin de año (primero de las vacas flacas) el balance de lo que se ha hecho en la capital puede ser engañoso. No hay mucho dinero, pero la Corporación Municipal actúa como si se nadara en la abundancia. Es curioso, que una corporación cuyo equipo de gobierno se caracterizó desde su llegada por proclamar a los cuatro vientos planes de ajustes para sanear las maltrechas arcas municipales, pasado el tiempo puede haber reducido la deuda histórica, pero acumula gastos que podían evitarse y que a la postre no sirven sino para endeudarse más. Igual que no es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia, también no es mejor gestor quien menos gasta, sino quien menos despilfarra. A los 21.000 euros que costó volver a tapar las zanjas del tranvía en Padre Isla, que se hicieron por no esperar cuatro días (había demasiada prisa), y así la paralización judicial sin obra no hubiera costado nada, se suman los costes añadidos de la valla del parque de Pocoyó que no estaba prevista. Y por si fuera poco ahora resulta que recurrir la sentencia del IBI cuesta 58.600 euros y el recurso de apelación sobre las medidas cautelares para paralizar el tranvía en Santo Domingo suponen el pago de otros 21.000 euros a un conocido bufete madrileño. Sumen ustedes y asústense del total, que habría salido gratis si los recursos los hacen los tres abogados que tiene en plantilla el Ayuntamiento.

Por si no fuera suficiente para este diciembre en crisis Poridad se gasta nada menos que 111.000 euros en colocar arcos de luces en algunas calles. Y menos mal que son led y así el consumo será menor (también se han reducido las horas de encendido, lo que es de agradecer) porque ya verán cuando llegue la factura. Y todo para tener Santo Domingo casi a oscuras. Dénse una vuelta y observen cuánta luz (navideña, ni una) hay en la plaza más emblemática de la ciudad, que han dejado de lado después de lo del tranvía...

Lo que no se dan cuenta nuestros munícipes es de que si el 2010 ha sido duro económicamente, no lo será menos el 2011, reduciéndose más todavía los ingresos y no pudiendo hacer lo mismo con los gastos, porque ya se redujeron este año y las mismas proporciones para el siguiente son impensables. Y en tal situación ellos gastan cientos de miles de euros que podrían ahorrarse y no empeorarla más. Felices fiestas a todos, que lo de próspero año nuevo aquí no se lo cree nadie.