La inocentada de la tarifa eléctrica

La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos valorará hoy los costes esperados de la aplicación del decreto de protección al carbón y su impacto económico. Lo hará después de que el pasado jueves el Consejo de Ministros aprobase medidas que implican un recorte de 4.600 millones de euros en los costes del sistema eléctrico entre el 2011 y el 2013. Como consecuencia, sobre unos veinte millones de usuarios domésticos se cierne la amenaza de una subida del 10% en la tarifa eléctrica a partir del día 1 de enero. Advertidos ya de que el margen de maniobra no existe, la decisión será, pues, estrictamente política.

Si no fuera porque la situación económica no está como para hacer bromas y que el día de los Inocentes no es hasta pasado mañana, hubiera parecido que las explicaciones dadas por Miguel Sebastián sobre las tarifas eléctricas eran un mal chiste. Es difícil convencer a la opinión pública de que se están tomando medidas para que los sobresaltos futuros no sean tan grandes, sobre todo si no se hace de una manera pedagógica e inteligible. La transparencia no es un adorno sino un fundamento de la democracia, y en este caso llueve sobre mojado. El ministro sigue sin dar la cara por el carbón y sin cumplir la infantil promesa de las bombillitas para todos. Un poco de luz es lo que hace falta.