Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La situación que está viviendo el sector minero es cada vez más agónica. Las empresas mineras siguen sin poder facturar el carbón que producen, y eso pese a que la Audiencia Nacional ha levantado las medidas cautelarísimas que habían pedido las eléctricas sobre el decreto que regulaba las ayudas al carbón autóctono, y los mineros se ven abocados a aceptar regulaciones de empleo que les están enviando al paro. Muchos son los damnificados de una situación que pone en grave riesgo a las cuencas mineras de la provincia y a un sector del que aún viven 10.000 familias, pero pocos los responsables: las eléctricas y la gestión de los políticos, como la Xunta con su recurso en Europa contra el decreto; por cierto qué bonita oportunidad perdieron los dirigentes del Partido Popular para hacer las cosas bien y haberse reunido, como se merecían, con los mineros que este sábado lanzaban gritos contra Núñez Feijóo y le exigían la retirada del recurso contra el carbón. Y mención especial entre los responsables merece el Ministerio de Industria que dirige Miguel Sebastián. El último ejemplo de la mala gestión del ministro de Industria, que hay que recordar no ha pisado nunca una mina ni una cuenca, es la pérdida de los 180 millones que la Comisión Nacional de la Energía tenía consignados en una cuenta y que el carbón ha dejado de percibir porque Sebastián no ha sido capaz de regular la normativa que permitiera recuperar ese incentivo a la quema del carbón autóctono. Y, finalmente, el dinero voló para otros menesteres cual remanente, que en esta época de crisis no está la cosa para desperdiciar esa cantidad.

En este suma y sigue, el goteo constante de despropósitos demuestra que las cosas no se han estado haciendo bien, porque no se ha sabido actuar como merecía un sector sobre el que se cernían los negros nubarrones del cierre que exigía Europa o porque desde el ministerio han primado unos intereses por encima de otros. Sea como fuere, la situación es la que es y a los mineros y a las cuencas, al menos, que no se les quite lo que es suyo por ley.

Cargando contenidos...