Templarios

Literatura y música en tiempo de los templarios, título de las jornadas que esta semana, el jueves y el viernes, se celebran en la Casa de la Cultura de Ponferrada, pretende abordar nuevas perspectivas para una temática, la de los templarios, que sigue acaparando el interés público en una comarca y en una ciudad tan impregnada del espíritu de aquella orden militar. En esta ocasión la literatura, tanto la directamente relacionada con aquella orden, como son los textos de san Bernardo, como la que produce la sociedad laica de la época, cantares de gesta y cantigas, se llenarán con los sones de los cantos gregorianos y la música profana de trovadores y juglares. La novedad de estas jornadas será justamente la música directa que ilustrará y acompañará las conferencias.

La orden del Temple nace en el siglo XII en Francia, en un contexto profundamente religioso. No es extraño que influyeran en ella órdenes como la de los cistercienses, y que fuera san Bernardo, a petición de su primer maestre, Hugo de Payens, el que redactara para ella el texto de alabanza de la nueva milicia. En ella justifica la vocación de los templarios y defiende su modo de vida, pero al mismo tiempo es un itinerario espiritual para los caballeros, por medio del cual alcanzarán el ideal evangélico. Miguel A. González, presidente del comité organizador de congreso internacional del Cister en Portugal y Galicia, hablará sobre san Bernardo y la literatura templaria. Como los monjes, aquellos también cumplen sus obligaciones religiosas, la leccio divina, en la que el canto juega un importante papel. Tal canto es el gregoriano de música armoniosa y equilibrada, monódico y a capella, del que el coro gregoriano del Císter de Sandoval ofrecerá, tras la conferencia, un selecto repertorio de esa música.

Los templarios surgen, al mismo tiempo, en un periodo de cambios, cuya manifestación más evidente es el resurgimiento de la vida urbana y el comercio. La literatura religiosa deja paso a una literatura profana, en la que junto a los cantares de gesta, propios de una sociedad aún muy imbuida de los ideales guerreros, se disfruta en ella del amor cortés, de la literatura trovadoresca. El profesor Henrique Monteagudo, de la Universidad de Santiago, relacionará la lírica con la nobleza del noroeste penínsular. La lírica provenzal y las cantigas de amigo en el noroeste de España son un buen ejemplo de esa literatura, que se canta en las cortes y castillos, en las plazas y caminos de peregrinación por trovadores y juglares acompañados de instrumentos musicales. Como ejemplo de la misma Ensemble Quadrivium, un quinteto leonés de música medieval, nos sorprenderá con las músicas del Codex Calixtinus o las cantigas de Alfonso X y Martín Códax.