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Publicado por
CAYETANO GONZÁLEZ
León

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M añana sábado a las 5 de la tarde, las calles de Madrid van a ser el escenario de una nueva manifestación convocada por las víctimas del terrorismo bajo el lema «no más mentiras, no más treguas trampa». La asociación convocante -Voces contra el Terrorismo que preside Francisco José Alcaraz- ha recibido el apoyo de otras asociaciones de víctimas como el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE), la Fundación Gregorio Ordóñez o la Asociación de Ayuda a las víctimas del 11-M.

Las víctimas del terrorismo albergan el temor fundado que en el hipotético escenario de un final de ETA, ellas sean la «moneda de cambio» utilizada por el Gobierno con la banda terrorista para alcanzar ese final. De hecho, ya lo están siendo, como ponen de manifiesto una serie de excarcelaciones que tienen muy difícil justificación, siendo el caso mas sangrante el del dirigente de Batasuna, Rafael Diez Usabiaga, que fue puesto en libertad hace unos meses para supuestamente cuidar a su madre, algo que no está haciendo porque está ocupado en otros menesteres mucho menos nobles. O el del acercamiento de presos de la banda terrorista a cárceles del País Vasco. El último que ha trascendido ha sido el de Valentín Lasarte, asesino del dirigente popular Gregorio Ordóñez y del socialista Fernando Múgica, trasladado a la cárcel de Nanclares de la Oca tras firmar un papel en el que supuestamente pide perdón por sus horrendos crímenes.

Pero la verdadera «prueba del nueve» para el Gobierno de Zapatero sigue siendo el impedir que ETA siga estando en las Instituciones vascas y navarras y que por tanto no pueda presentarse a las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. Digo lo de siga estando, porque de hecho ETA sigue presente en cuarenta y tres Ayuntamientos del País Vasco y Navarra bajo las siglas ANV, sin que el Gobierno ni la Fiscalía General del Estado, que fueron quienes en las elecciones del 2007 facilitaron su presentación, hayan querido hacer nada en estos años para impedirlo.

Es una exigencia democrática y moral que en el final de ETA haya vencedores y vencidos y que eso tenga una clara visualización ante la opinión pública. El grupo de los vencidos tiene que estar integrado por los terroristas y por todos aquellos que desde el seno de la sociedad vasca les han venido prestando apoyo político, cultural, mediático y social. En el grupo de vencedores debe figura nuestro Estado de Derecho, la sociedad española que ha sabido sufrir unida los embates del terrorismo y en un muy primer lugar las víctimas de la barbarie terrorista que no se merecen otro final que el de la derrota total y absoluta de ETA. Por estas y por más razones es por lo que es conveniente estar el próximo sábado en Madrid junto a las víctimas del terrorismo.